El acto de apagado de las luces de Navidad, que se celebrará el próximo domingo desde las 20 horas en Porta do Sol, será amenizado por Tony Lomba y Elio dos Santos, que se encargarán de poner la nota musical antes de despedir la época en la que Vigo se consolidó como la capital nacional de estas fiestas, con más de tres millones de visitantes -según las estimaciones del Concello- y una ocupación media de los hoteles que alcanzó el 75%. Una cuenta atrás en el epicentro de la urbe olívica amenizará los últimos segundos de brillo de los 10 millones de luces que engalanan las calles desde el 23 de noviembre. El alumbrado volverá a colgar del cielo vigués el cuarto sábado del penúltimo mes del año, aunque el alcalde, Abel Caballero, no descarta adelantar el encendido debido al éxito de público cosechado y a su repercusión.

También el domingo, la atracción más famosa de la Navidad de Vigo, la noria gigante de 54 metros de altura, dejará de girar. Su propietario, Francisco Sánchez, confesó que la estancia en la urbe está siendo "especial" por la "afluencia" registrada -las colas para montarse en alguna de sus 48 cabinas se repitieron cada jornada- y por la calidad humana demostrada por los ciudadanos. "Vigo es un ejemplo para el resto de España. Vaya gente más educada e increíble me he encontrado; no he visto tantas buenas personas en ningún sitio, es algo fuera de lo normal. Volveré las veces que haga falta", aseguró.