La barrera de los 300.000 habitantes no es solo psicológica. Si Vigo logra sobrepasarla en las estadísticas oficiales, las que publica el INE, tendrá acceso a una serie de ventajas. La primera será un pequeño salto en el ranking de urbes españolas. Si Valladolid sigue perdiendo población, Vigo se convertirá en la 13º más populosa.

A efectos prácticos, la barrera de los 300.000 vecinos también acarrearía cambios destacados. Por ejemplo, más dinero. De media, el Estado transfiere a los ayuntamientos 250 euros por habitante. A más residentes, mayor es la transferencia. En segundo lugar, al pasar de 300.000 censados, el pleno sumaría dos nuevos concejales hasta quedarse en 29. Consciente de esas ventajas, en 2007 el Ayuntamiento ya planteó una campaña para rebasar la deseada marca.