Domingo Pellicer, catedrático de Construcciones de la Universidad de Navarra, falleció este martes en Pamplona. Nacido en Vigo en 1949, era profesor de la Escuela de Arquitectura desde 1973. El arquitecto compaginó su labor académica con el ejercicio profesional, así como con la investigación centrada en la construcción con hormigón.

Pellicer se licenció en Arquitectura en la Universidad de Navarra en 1973, donde obtuvo el doctorado en 1977, con la tesis 'Tecnología de los hormigones estructurales'. Desde 1974 fue ayudante de la asignatura Construcción II, de la que fue responsable a partir de 1978.

Además de su labor docente en la Universidad de Navarra, impartió clases en la Universidad de Sevilla y en la de A Coruña, así como en la Politécnica de Madrid, donde obtuvo la cátedra de Construcciones Arquitectónicas en 1986. Desde 1989 y hasta la actualidad fue profesor ordinario de esta materia en la Universidad de Navarra.

Entre sus cargos académicos en este centro, destaca el de director de Estudios de la Escuela de Arquitectura entre 1978 y 1982, subdirector de la Escuela entre 1982 y 1994, y director del departamento de Edificación.

Admiración por el Camino de Santiago

El profesor Pellicer llevó a cabo como investigador principal varios proyectos sobre construcción con hormigón, algunos de ellos centrados en el hormigón fabricado en Navarra. Asimismo, fue el autor de libros como El Hormigón Armado en la Construcción Arquitectónica (Tomo I y Tomo II); Análisis de Hormigones con Áridos de Navarra; Revestimientos de Pavimentos y solados; o Revestimientos y Pinturas, entre otros.

El catedrático compatibilizó su actividad docente e investigadora con el ejercicio profesional en el campo de la edificación arquitectónica, desarrollando viviendas unifamiliares y colectivas, edificios universitarios, centros de enseñanza, naves industriales, así como rehabilitaciones y reformas, y actividad pericial. Fue consultor en la construcción y rehabilitación de varios proyectos, entre ellos la edificación del Museo Guggenheim.

Asimismo, su admiración por el arte románico, por el Camino de Santiago y por la historia de la Alta Edad Media, unidas a su afición a la literatura, le llevó a escribir De obispos y meigas, una obra relacionada con Santiago de Compostela y el Camino.

El director de la Escuela de Arquitectura, Miguel A. Alonso del Val, afirma que el fallecimiento del profesor Domingo Pellicer "supone la desaparición de una de las personas que más han contribuido al desarrollo de la Escuela, tanto desde la docencia como catedrático de construcción, especializado en hormigón, como desde la subdirección de la misma, con especial implicación en la puesta en marcha de los estudios de Arquitectura Técnica".

"Todos le recordaremos como una figura de gesto afable y humor con retranca de gallego confeso, que ejercía de autor literario en cuantas ocasiones se le proponían. Hizo de la Escuela, su casa, y de su saber, un servicio a la docencia y a la profesión desde su condición de perito", añade.