Los concursos de acreedores que todavía permanecen sin concluir en el Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, se cuentan por decenas. Uno de los más antiguos es el de la empresa ya extinta Limpiezas del Noroeste S.A., Linorsa. A mediados de diciembre, la sala todavía daba cuenta de cuatro nuevas ofertas por algunos bienes inmuebles de la sociedad.

Concretamente se trata de un piso y un local comercial en Ourense, así como dos fincas en Lugo. Los postulantes han ofrecido por dichos bienes cerca de 200.000 euros -169.000 concretamente- , en lotes separados. En concreto, uno de ellos ya había salido anteriormente a subasta pública, si bien la puja ofertada por él no llegó a alcanzar el 50% de su valor. Dichas ofertas se encuentran publicadas en el tablón de anuncios de la sala de lo Mercantil 3 para que en plazo se puedan formular mayores ofertas.

Precisamente es este proceso de liquidación de los bienes el principal motivo por el que se frena o dilata la conclusión de los concursos de acreedores. En este caso, la apertura del proceso de liquidación de Linorsa se declaró el pasado 24 de enero de 2017, prácticamente hace tres años, no siendo posible todavía dar salida a todos los bienes materiales de la misma, y por lo tanto imposibilitando dar por terminado el concurso. El plan de liquidación de los mismos -la forma en la que se venderán para que el dinero resultante pueda ser entregado a los acreedores; subasta pública, venta directa, etc. - se fijó en febrero de dicho año.

Junto a estos lotes, también se presentó una oferta ya a principios del 2019 por la sede social de Linorsa en la carretera de O Bao. Fue otra empresa la limpiezas la que se postuló con 720.000 euros para hacerse con dicha instalación, así como el mobiliario y maquinaria por otros 8.000 euros.

Tres años de proceso

El juzgado de lo Mercantil de Vigo declaró el concurso voluntario de Limpiezas del Noroeste S.A., Linorsa en abril de 2016. La sociedad era concesionaria de limpieza de colegios públicos, concellos, centros de salud, instalaciones judiciales y otras dependencias públicas de toda Galicia. La deuda que arrastraba ascendía a los 8,6 millones de euros. Creada en 1981, tenía su sede en la parroquia viguesa de Coruxo y contaba con una plantilla declarada en la documentación aportada al tribunal de 1.254 trabajadores, principalmente en la comunidad gallega pero también en Castilla y León. Poseía propiedades valoradas en 2,5 millones. Fue la propia empresa la que solicitó el concurso.

Las protestas de empleados de esta firma por impagos salariales fueron una constante en los últimos tiempos, diseminándose por las cuatro provincias gallegas. Tan solo un año después, en 2017, la sala mercantil disolvía Linorsa tras no llegarse a un acuerdo con los acreedores.