En una época en la que la sociedad vive deslumbrada por la parafernalia navideña, este grupo de jóvenes vigueses brilla con luz propia, la de un talento que resplandece en sus versos, composiciones musicales, relatos de viajes y en el trabajado asociativo y feminista. Los galardonados vigueses en los III Premios Xuventude de la Diputación de Pontevedra agradecen el impulso y la visibilidad que supone la distinción y piden al nuevo año y a las instituciones más espacios para dar a conocer su trabajo. Y la nueva sede provincial del Casco Vello les parece una opción excelente.

"Resulta casi imposible darte a conocer y exponer lo que haces, por eso estos premios suponen un empujón para visibilizarnos un poco más", agradece Rebeca Lar, de 26 años y ganadora en la categoría de poesía con "Antracita en los pómulos".

Graduada en Bellas Artes, en la anterior edición ya obtuvo el primer premio de fotografía. "Hago obra continuamente y formalizo mis ideas de la manera que me va pareciendo más adecuada. Siempre he escrito poesía en privado, pero nunca me había lanzado a exponerla en público", revela.

Su poemario está relacionado con su doctorado, una investigación sobre la representación de las brujas en el cine, la televisión y el videoarte. En sus versos, Rebeca intenta "darle la vuelta" a esa imagen tradicionalmente negativa y reivindicarlas desde "una perspectiva feminista" como mujeres libres, poderosas, contestatarias, independientes y resolutivas. Dueñas, en fin, de sus vidas, aun a costa de seguir siendo tildadas hoy en día de malvadas, perversas y g rotescas.

El otro primer premio literario, en la categoría de narrativa, recayó en el periodista de 28 años Brais Suárez, que competía con un relato sobre su viaje a la ciudad portuaria rusa de Múrmansk, la más poblada dentro del círculo polar ártico y la que puede presumir de contar con el McDonald's más septentrional del planeta.

Atraído por la literatura, las vanguardias y la arquitectura rusa desde su adolescencia, el joven vigués vivió en la República Checa y en Bulgaria y, desde febrero, reside en Moscú y trabaja en una agencia de noticias. "É un dos países máis alonxados culturalmente, pero ó mesmo tempo é accesible. O que máis me atrae é coñecelo en profundidade. Saír dos estereotipos. Ata que lea e fale ruso de formar fluida non volverei", planea.

Le gusta escribir sobre viajes, literatura y música y aunque ha publicado algunos artículos asegura que es complicado. Su madre le animó a presentarse a los premios "o día antes de acabar o prazo" y echa en falta más oportunidades de este tipo. "Estas iniciativas sempre están ben. É mellor gastar nisto que nas luces de Nadal. Debería haber máis actividades culturais, sobre todo literarias", reivindica.

Sara Mínguez, segundo premio en la categoría de música clásica, también echa en falta más concursos para jóvenes talentos. Tiene 23 años, estudia 4º de Composición en el Profesional de Vigo y en 2020 realizará su proyecto fin de carrera en el Conservatorio Real de Bruselas.

Antes de competir por los galardones de la Diputación, tuvo la oportunidad de mostrarle su trabajo al destacado compositor y músico Antón García Abril, autor de conocidas bandas sonoras de películas y series españolas, quien la felicitó. "El Jardín Flotante" es una composición para piano de estilo neoclásico (siglo XX) con sonoridades ravelianas inspirada en "el sentimiento del hogar y la búsqueda del refugio" y en los textos escritos por Juan Vázquez Cartelle.

Al concurso presentaron la primera de sus cinco piezas, titulada "Preludio. La creación". "Nunca había hecho algo así y me encantaría volver a colaborar con Juan, disfruto muchísimo porque él aporta otra visión y sus textos son geniales. Aunque dice que prefiere esperar un poco porque dice que soy muy exigente", reconoce entre risas.

A la Asociación 85C la distinción provincial les supone "un respiro y un colchoncito" para seguir ideando iniciativas rompedoras que visibilicen a las mujeres artistas y fomenten la igualdad. El segundo premio en la categoría de iniciativa social constituye la segunda ayuda pública que recibe este colectivo "100% altruista y autogestionado" que nació en 2015 a partir del trabajo fin de grado de Marcia Vázquez y con la ayuda de las otras dos socias fundadoras, Eva Comesaña y Marcia Vázquez.

"Echábamos en falta propuestas con un espíritu rompedor y decidimos crearlas nosotras. Organizamos eventos culturales y festivales en espacios públicos e intentamos crear sinergias entre los artistas. Cada vez que hacemos ese clic surgen ideas muy bonitas", destaca Eva Comesaña, que en la fotografía aparece con otras dos socias del colectivo, Marcia Vázquez y Laura Merchan.

En 2019, la asociación organizó la segunda edición del Festival Nas Verzas o las jornadas formativas Deformarte en torno a los feminismos en el IES Politécnico. "Las programaciones siempre incluyen más hombres y nosotras queremos cambiar esta realidad de forma más radical con carteles exclusivamente femeninos", explica Eva, que también reivindica el potencial de la ciudad. "Hay muchos proyectos alternativos de gente joven que deberían tener visibilidad. Somos muchos los artistas con ganas de crear y hacer cosas nuevas", sostiene.