Estos dos procedimientos por fin en fase de ejecución -y un tercero en el que prosperó la demanda de otras 9 personas- fueron impulsados por el grupo de extrabajadores de GEA bautizados como GOC -ejercitaron acciones al margen de los sindicatos-. Fueron a la vía judicial ya que en 2002 suscribieron un contrato con Naerama Group por el que le cedieron terrenos de las antiguas fábricas de Cabral y Coruxo. Unos solares obtenidos tras cerrar la emblemática empresa: con la venta querían recuperar parte de la deuda que ésta tenía con ellos.

La cesión a la promotora se hizo vinculando el precio de la venta a la aprobación del PXOM de Vigo y al volumen de urbanización autorizado, ya que estaba pendiente de recalificación urbanística. Pero aprobado el plan en 2008, los extrabajadores no cobraron lo que les correspondía. Tras años de litigios, la Justicia les ha dado la razón.