Pensionistas y jubilados de CC OO y UGT entregaron ayer un escrito en la sede que la Xunta en Vigo para reclamar al Ejecutivo autonómico que "no venda humo" y dé respuesta a la carencia de plazas en las residencias públicas de la comunidad. "Las pensiones de la gente son muy limitadas, el coste de las residencias está por encima de los mil euros, hay casi 500 personas en lista de espera [en Vigo]. Es una situación dramática, la gente que no puede ser atendida lo está pasando mal, las familias están sacrificadas y la Xunta no da respuesta a eso", explicó Tito Ucha, de Comisiones Obreras.

Los sindicatos califican la situación de "extrema gravedad" y recuerdan que desde 2009, cuando el PP regresó al poder, no se ha construido "ni una sola" residencia pública en Galicia, comunidad que se encuentra a la cola de todos los indicadores respecto al resto de España y muy lejos de las recomendaciones de la OMS, de cinco plazas por cada cien personas mayores de 65 años, cuando en Galicia hay 2,97 y sólo 1,04 son públicas.

Para Juan Fontela, de UGT, el problema es la "dinámica de negocio que tienen emprendida" la Xunta, favoreciendo al sector privado mientras se permite "el deterioro que está teniendo la atención pública", con una "alarmante" falta de personal, sin habitaciones ni médicos en las residencias y obligando a las familias a hacer un gran esfuerzo para cuidar a sus mayores.