La Policía Local tramita cerca de tres denuncias cada semana por incidentes relacionados con perros. Entre el 1 de enero y finales de octubre los agentes municipales registraron 137 infracciones, en su mayor parte de dueños que paseaban a sus mascotas sueltas o sin el microchip obligatorio, requisitos que establece la normativa.
A lo largo del año los policías han registrado casos de canes de razas potencialmente peligrosas sin las medidas que establece la legislación y otros que han mordido o saltado las vallas de las casas de sus dueños. También han intervenido al tener constancia de malos tratos hacia los animales o de perros que estaban mal cuidados. El registro elaborado por Praza do Rei muestra además que las incidencias se produjeron por toda la ciudad, tanto en el centro del casco urbano como en las parroquias.
La ordenanza municipal establece que los propietarios de animales domésticos están obligados a cuidarlos y censarlos y prohibe de forma tajante su abandono. En el caso de los perros, cuando se les pasee por la calle deben estar además sujetos con una cadena con collar o correa. Podrán estar sueltos en los lugares y horas que haya establecido el Ayuntamiento.
La ordenanza prohíbe además "desatender" a los animales y exige "alimentarlos de forma adecuado, limpiarlos, someterlos a asistencia sanitaria y alojarlos de acuerdo con las exigencias naturales". En el capítulo de infracciones, la normativa del Concello de Vigo detalla además que es una infracción grave o muy grave tener sueltos y sin identificar o licencia a animales potencialmente peligrosos.
Desde 2002 los dueños de perros considerados por sus características potencialmente peligrosos deben tramitar una licencia en el Concello e inscribirlos en el registro. Ese mismo año los técnicos de Praza do Rei tramitaron 48 inscripciones, a las que siguieron decenas los años siguientes. Desde 2002 el Concello ha anotado 1.557 inscripciones de este tipo de canes, 1.157 en la última década. El dato incluye las altas, no el censo actual.
