Efectivos de la Guardia Civil lograron arrestar a tres ciudadanos albanokosovares -dos hombres y una mujer- que supuestamente estarían implicados en torno a una treintena de robos por toda Galicia y también comunidades próximas como Asturias y Castilla-León, donde en la noche del miércoles se detuvo a uno de ellos.
Esta detención ha sido una operación conjunta entre la Guardia Civil y la Policía Nacional de Zamora -donde fue interceptado cuando trataba de subirse a un taxi, según medios locales- con las fuerzas de seguridad de Pontevedra. El detenido fue trasladado a dependencias de la Guardia Civil de la localidad gallega donde su caso pasará al Juzgado de Instrucción 1 de Vigo, por ser el que dirige la investigación.
Y es que se trata de un causa abierta hace ya meses pero que se encontraba bajo secreto de sumario. Los tres arrestados pasaron ayer a disposición judicial. Los dos varones se acogieron a su derecho a no declarar mientras que la mujer optó por responder solo a las presuntas de su abogada.
Tras su conclusiones, la magistrada decretó su ingreso en el penal de A Lama. Se les investiga por tentativa de robo en casa habitada, pertenencia a grupo criminal y falsedad documental, presuntamente por portar carnés o permisos de documentación falsos. Según explicaron fuentes próximas al caso, esta banda del Este habría cometido "multitud" de robos en viviendas por todo el territorio gallego y también colindante.
Mientras uno de los arrestos se produjo en un pueblo de Zamora, los dos otros tuvieron lugar en la provincia de Lugo. Los esfuerzos de la Guardia Civil se encuentran ahora en dar con el paradero de otra persona más que continúa en paradero desconocido, según pudo saber este periódico.
Por el momento, y al encontrarse la causa hasta ahora secreta, no han trascendido numerosos datos de la investigación, ni tampoco el modus operandi de sus presuntos robos.
Otro caso en un mes
Hace poco más de un mes, la Guardia Civil detenía también a dos jóvenes albanokosovares que residían en un piso de la calle Tablada de Pontevedra, una vivienda que tenían como base de operaciones para actuar por toda Galicia.
En total, después de una ardua investigación que ha durado meses, la Guardia Civil les atribuye golpes en viviendas vacías de Oleiros, Teo, Ames, Ordes, Cangas do Morrazo, Ponteareas, Fornelos de Montes, Barro, Allariz, Pereiro de Aguiar o Nadela, entre otras.
