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La inauguración de la sede universitaria de O Berbés se retrasa a primavera, un año después de lo previsto

La institución pidió un permiso de ampliación de las obras hasta mayo de 2020, pero preveía acabar antes

La sede de la UVigo en O Berbés no estará rematada hasta la próxima primavera. // Marta G. Brea

La sede institucional de la UVigo en O Berbés no estará finalizada hasta el próximo mes de abril, por lo que los trabajos terminarían con un año de retraso respecto a las previsiones iniciales. La Universidad solicitó al Consorcio del Casco Vello una ampliación del permiso de ejecución hasta mayo de 2020 por problemas de la anterior constructora, pero el rector Reigosa confiaba en que el inmueble estuviese rematado antes de que acabase este año.

Sin embargo, el Vicerrectorado de Planificación ha modificado la fecha de apertura del edificio, cuyo proyecto sufrió en sus inicios retrasos derivados de los estudios arqueológicos así como la reciente renuncia de la adjudicataria "de forma unilateral y por cuestiones económicas".

Tras el abandono de la empresa coruñesa Ogmios, que consiguió el contrato de las obras en 2017 por 1,6 millones de euros, la Universidad se las adjudicó a Construcciones Arias. Con la estructura, la fachada y la cubierta prácticamente finalizadas, solo restarían las instalaciones y todo el acondicionamiento interior.

La sede institucional, cuya ejecución financia la Xunta, también ha sufrido modificaciones en su plan de usos, ya que el equipo rectoral de Reigosa ha modificado el diseñado por el de su predecesor, Salustiano Mato.

De hecho, la semana pasada el Consello de la Xunta autorizó una adenda por importe de casi un millón de euros al convenio de colaboración firmado por la Consellería de Educación y la UVigo el pasado septiembre para el desarrollo de acciones estratégicas de I+D+i. Y este incremento incluye una partida de 275.000 euros para la futura sede de O Berbés.

El inmueble ocupa tres antiguas casas marineras y el proyecto de rehabilitación es obra del estudio compostelano Abalo Alonso, que se ha inspirado en las galerías tradicionales de este tipo de viviendas para la celosía de su fachada.

La sede de la UVigo será además una de las primeras obras públicas construidas con madera, lo que ya ha supuesto un ahorro mínimo medioambiental equivalente a eliminar 250 coches de las calles de la ciudad durante un año.

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