Vigo hizo gala ayer de su clima oceánico. Tras una quincena parca en lluvias, durante la que apenas se llegaron a acumular unos 20 litros por metro cuadrado (l/m2) en el centro, la ciudad amaneció ayer cubierta de nubes y bajo una intensa borrasca. A última hora de la tarde Meteogalicia contabilizaba ya en su estación de Avenida de Madrid 53,7 l/m2, un intenso volumen de precipitaciones que no se registraba en el municipio desde hacía tiempo. Hay que remontarse dos años atrás en los archivos del observatorio gallego, a diciembre de 2017, para encontrar otra jornada más pasada por agua. Entonces la misma estación, la más céntrica del casco urbano, dejó un saldo de 65,6 l/m2. El año pasado la jornada más lluviosa apenas había acumulado 43,3. El dato sigue lejos en cualquier caso de los récords históricos. En 1978 la Aemet llegó a anotar en su estación de Peinador 175 l/m2. El dato no es en cualquier caso comparable con el computado en las últimas horas por Meteogalicia en el centro de la ciudad, ya que los volúmenes de agua acumulada varían mucho de un punto a otro de la comarca. Ayer mismo por la tarde, por ejemplo, el observatorio del campus sumaba 84,2 frente a los 53 de Avenida de Madrid.

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El tiempo en Galicia | La lluvia no da tregua en Vigo

La jornada no solo estuvo marcada por las borrascas. Meteogalicia lanzó ayer un aviso amarillo en gran parte de Galicia por las precipitaciones y naranja en algunos puntos, como Costa da Morte o la Mariña Lucense, por olas de entre cinco y siete metros. En la zona del campus el observatorio registró rachas de viento de 68,5 kilómetros por hora a 10 metros de altura.

La fuerza de las lluvias y el viento se dejaron sentir en el día a día de la ciudad. Los bomberos, por ejemplo, habían recibido a última hora de la tarde una decena y media de llamadas para avisar de distintas incidencias relacionadas con el temporal. Se anotaron caídas de árboles, inundaciones puntuales y mobiliario urbano desplazado por la intensidad de las rachas y lluvia. El entorno de Balaídos llegó a verse anegado. Al desbordarse las canalizaciones de pluviales se crearon charcos que obligaron a los peatones y coches a extremar las precauciones.

También Peinador sintió los efectos de la borrasca. En el aeropuerto un avión procedente de Madrid y operado por Air Europa se vio obligado a abortar su aterrizaje y regresar a Barajas. La aeronave debía tomar tierra en la pista viguesa poco antes del medio día, pero la baja visibilidad y la fuerza del viento le obligó a retornar a la capital.

El sistema antiniebla está operativo en Peinador, pero en su categoría máxima, la CAT III. A priori, la tripulación de Air Europa solo está habilitada para tomar tierra en CAT I y CAT II, por lo que la decisión se debería a la falta de habilitación de los pilotos para tomar tierra en las condiciones que ayer se daban en Peinador. Al toparse probablemente con un escenario similar en Santiago, los responsables del avión decidieron volver a Madrid.

Poco después la compañía recurría a un avión más grande de los que emplea habitualmente -180 plazas frente a 120- para reubicar a parte de los viajeros que habían regresado a Barajas. Las condiciones que se daban en Peinador provocaron también el desvío a Santiago de un avión procedente de la capital y operado por Iberia.

La lluvia seguirá muy presente en la ciudad durante todo el fin de semana. El parte de Meteogalicia anticipa un sábado y domingo pasados por agua: las probabilidades de borrasca oscilarán entre el 80% y 95%, con temperaturas bajas además, que no superarán los 14º. Las precipitaciones seguirán instaladas también durante toda la semana. El observatorio autonómico anticipa lluvias al menos hasta el martes 20 de diciembre. Situación similar se prevé para otras latitudes de Galicia, como las ciudades de Santiago, A Coruña, Lugo u Ourense.