Tras las dos primeras sesiones que se centraron en la declaración del acusado y de compañeros de trabajo de víctima y acusado, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, acoge esta mañana la tercera sesión de la vista por el crimen de Ana Enjamio.

La primera testigo de la jornada es otra trabajadora de la empresa que era amiga del acusado, César Adrio. "Era una relación dañina por ambas partes, yo le aconsejé a él que la dejase", dijo esta mujer, que relató que desde el verano y antes de las navidades en que fue el asesinato su sensación era que tenían una relación "intermitente".

No observó obsesión de él: "Le gustaba y quería volver con ella". "Yo le reprochaba que siguiesen juntos, a mí ella no me gustaba, pero para él era la chica perfecta, la chica 10", manifestó. Según esta mujer, en la cena de la noche del crimen no vio "incidentes". "Los vi sentados y hablando, no vi nada raro", manifestó. Al día siguiente, al enterarse del crimen, fue con su marido, también de la empresa, a comisaría. Allí vio a César. "Le dije que cómo no me había cogido el teléfono, que le iban a preguntar donde estuvo", señaló. "Él me dijo, sobre lo ocurrido: 'Jo, que movidón'", describió.

Otro amigo relató que estaba "obsesionado" con ella. "Veía sus estados de WhatsApp, para ver si estaba conectada", dijo. "Otro día se puso ante su coche para hablar con ella; le dije que se dejase de líos, que un día ella iba a llamar a la Policía, y iba a acabar en calabozos", manifestó.

La exesposa del acusado contó que la mañana posterior al crimen él se presentó por sorpresa en Vilagarcía, donde ella vivía, para ver a los niños.