Hace ahora cinco años, antes siquiera de la irrupción del movimiento #MeToo, se hizo viral un vídeo de una mujer paseando por las calles de Nueva York retratada por una cámara oculta. La joven, en realidad la actriz Shoshana Roberts, recibía en 10 horas condensadas en dos minutos toda clase de comentarios, silbidos, miradas indeseadas y otras formas de acoso. La pieza audiovisual sirvió para poner en imágenes la realidad que viven a diario mujeres de todo el mundo. El año pasado, una iniciativa nacía en Galicia para localizar en un mapa los lugares donde se habían dado casos de acoso.

Ahora es una chica de Vigo, cansada de que le ocurran este tipo de situaciones, la que ha decidido usar su cuenta de Twitter para denunciar el acoso callejero. Según su relato, los hechos sucedieron a las 15:30 de ayer en la calle Pizarro, cuando volvía a casa desde la Universidade de Vigo.

Mientras esperaba para cruzar una calle, la joven percibió la mirada indisimulada de un hombre que estaba en la zona. En un primer momento no le dio importancia, pero tras ponerse el semáforo en verde se dio cuenta de que el varón, del que no pudo quedarse con sus rasgos, la comenzó a seguir. Ella aceleró el paso y el hombre hizo lo propio, hasta que alcanzó el portal de su casa a la espera de que su familia le abriese.

"Me empezó a dar ansiedad, el corazón me iba a mil y solo quería llorar. Y en cuanto pasó por detrás de mí caminó más lento, me silbó y me lanzó un beso", explica la chica, que asegura sentirse "enfadada" y "culpable" por no haber reaccionado. "Estoy cansada de tener que pasar por cosas así semana tras semana y de ver más inofensivos los comentarios o las miradas porque sabemos que no es lo peor que nos puede pasar".