"Profunda decepción". Así reaccionaron ayer los promotores del macrocomplejo comercial y de ocio de Porto Cabral a la negativa del Ayuntamiento a encajar su tramitación por la vía de la ordenación provisional. En su respuesta, Intu-Eurofund asegura que después de ocho años de haber mantenido su "máxima disponibilidad" para poder invertir, según sus cálculos, 1.000 millones de euros y generar 6.450 empleos el posicionamiento de la Gerencia de Urbanismo sitúa al proyecto "en un momento crítico". Y dado que el dúo impulsor no está dispuesto a esperar a la aprobación del nuevo PXOM, con la incógnita de conocer la clasificación de los terrenos, avanzan la apertura de un "periodo de reflexión sobre el futuro de una ubicación" que consideran "estratégica".

Intu-Eurofund lamentó ayer, "fundamentalmente por todos los ciudadanos de Vigo", la imposibilidad de desarrollar "una oferta de ocio a la altura de las más atractivas de Europa y para todo el año, y no solo en unas épocas concretas", aseguran, en lo que parece un recado al tirón de la Navidad viguesa.

Además, los promotores recordaron el "enorme consenso" tejido alrededor de la gran superficie. En primer lugar, el apoyo de los comuneros de Cabral, cuya junta rectora siempre se ha manifestado a favor, y a renglón seguido, toda una serie de entidades o plataformas (asociaciones comerciales, jóvenes empresarios y la patronal de Mos, el taxi, Cogami...) que avalaban sus planes.

Sin embargo, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, justificó ayer la decisión que, según dijo, "no es política", sino amparada en criterios "técnico-jurídicos". Y volvió a blandir, como un día antes la edil de Urbanismo, María José Caride, el argumento de que los miembros de Intu-Eurofund "no están legitimados" para solicitar la ordenación provisional del ámbito de Liñeiriños (Puxeiros) al no ser propietarios mayoritarios del suelo. Al contrario que en los ámbitos de Recaré (Bembrive) y Cruceiro (Alcabre), donde los promotores sí tienen derechos de propiedad.

En el aluvión de reacciones, Marea de Vigo, por boca de su portavoz, Rubén Pérez, reclamó directamente cerrar la puerta al encaje de Porto Cabral en el PXOM definitivo. Y desde el BNG, el edil Xabier P. Igrexas instó a la Gerencia de Urbanismo a desafectar "la totalidad del monte en mancomunidad" para que "ni un solo metro" de los terrenos se desvíen de su uso como una reserva forestal.