La herida abierta en el aeropuerto de Vigo por la marcha de Ryanair. La falta de una sustituta para cubrir el hueco que dejó el pasado mes de mayo la low cost irlandesa ha provocado un nuevo desplome de pasajeros en la terminal olívica en noviembre. Peinador se ha dejado otros 13.620 viajeros. En lo que lo que va de año cedió ya más de 100.000 (103.488) o, lo que es lo mismo, por la terminal olívica están pasando 310 personas menos cada día. Y esta situación, lejos de revertirse, continuará produciéndose al menos hasta el segundo trimestre del próximo año, momento en el que dejarán de restar los miles de viajeros que Ryanair transportó el año pasado en su vuelo diario a Barcelona y también en las conexiones que operó puntualmente a Londres y Dublín en abril y mayo.

Según los datos que acaba de hacer oficiales Aena, por Peinador pasaron en noviembre 71.575 pasajeros en las seis rutas que hay actualmente activas: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Tenerife y Gran Canaria. La caída porcentual respecto al mismo mes del año pasado es del 16%. Hasta noviembre el descenso es ya del 9,9%. Ninguna otra terminal de gran magnitud de la red estatal cae tanto como la olívica. Las operaciones disminuyeron un 9,5% en el undécimo mes hasta quedarse en 821 vuelos; y las mercancías transportadas descendieron un 58,6% hasta las 46,3 toneladas.

En el polo opuesto al aeropuerto de Vigo se sitúan las otras dos terminales gallegas, que marcan cifras históricas. De hecho, Alvedro está incluso próximo a alcanzar la mejor marca que anotó Peinador en 2007: 1,4 millones de viajeros. La terminal herculina, que cerró noviembre con 106.003 pasajeros y un crecimiento del 2,1%, acumula en lo que va de año más de 1,24 millones, por lo que cerrará el ejercicio por primera vez en su historia con más de 1,3. Lavacolla, por su parte, superó los 200.000 usuarios en noviembre (+6,9%) y contabiliza ya en once meses casi 2,7 millones, por lo que se quedará muy cerca de los 3 al cierre del presente ejercicio.

¿Por qué se desploman los pasajeros?

La sangría de viajeros en Peinador a lo largo de 2019 responde a varios motivos. Si bien es cierto, la fuga de Ryanair, a la que el Concello acusó de tratar de chantajearle pidiendo más fondos para continuar en Vigo y sin garantizar que se plasmarán en contrato las conexiones que tenía que volar, es el principal motivo. Y es que además de perderse un vuelo diario por sentido a Barcelona todos los días de la semana, el aeropuerto de Vigo se quedó entre marzo y octubre sin las rutas a Dublín, Bolonia, Milán y Edimburgo que la irlandesa sí había cubierto en 2018. A ello se suma la pérdida del avión diario a Lisboa que la aerolínea TAP operó hasta octubre del año pasado y que también restó viajeros en 2019.

Por el momento el Concello no ha cerrado ningún acuerdo con otra aerolínea para cubrir al menos el hueco dejado por Ryanair. El alcalde, Abel Caballero, sí llegó a anunciar el pasado mes de febrero que habría vuelo con Londres, Barcelona y otras ciudades, pero de momento no ha cuajado ninguna negociación. O al menos no se ha hecho pública. Además de cesar Ryanair, este año también venció uno de los dos contratos que el Concello tenía con Air Nostrum. Además, el próximo año vence el otro rubricado con la filial regional de Iberia en el que se sustenta la conexión con París. Por ello, de no alcanzar algún acuerdo para su renovación o de no captar otra aerolínea, la terminal olívica podría seguir perdiendo viajeros el próximo año. Por lo pronto, este año todo apunta de que si alcanza el millón de viajeros anual lo hará por muy poco. Necesita al menos 55.301 viajeros en diciembre para conseguirlo.