La propuesta de ampliar en 90.000 m2 la terminal Ro-Ro de Bouzas garantiza la competitividad de la primera industria generadora de empleo en Vigo: la automoción. Esta es la principal argumentación del presidente del Puerto para defender lo que considera una "obra necesaria" de ahí que al tiempo que resalta la "suerte de Vigo por tener a PSA", Enrique López Veiga avise "del riesgo a tentarla" .
Como adelantó ayer FARO, la alternativa elegida por la Autoridad Portuaria aumenta el estacionamiento, utilizado mayoritariamente por PSA para la exportación por mar de los vehículos que produce en Balaídos, por medio de un tablero semicuadrado de 85.000 m2 aterrados sobre el mar que aprovecha los 5.000 m2 del pie de la escollera. Con este planteamiento se crea un kilómetro de línea de atraque de hasta 20 metros de calado, de modo que donde ahora solo pueden operar cinco buques entrarían hasta ocho a la vez, cuatro de ellos, de los más grandes del mundo que rondan los 230 metros de eslora.
Para configurar la actuación más eficiente en términos logísticos, los técnicos de Praza da Estrela y de la adjudicataria del proyecto, Eptisa, recabaron sugerencias de las empresas responsables de la gestión de vehículos en esta explanada. También fueron asesorados por Capitanía Marítima y de la Corporación de Prácticos para que las características de los muelles ofreciesen una maniobrabilidad segura. El resultado es una propuesta que esta semana el Puerto presentó a la veintena de participantes en el grupo de Trabajo de Mercancías del Blue Growth pero conocida desde hace casi un mes por la dirección de la fábrica automovilística, donde la iniciativa portuaria ha sido muy bien recibida.
"Tenemos una suerte impresionante de que PSA esté creando miles de empleos en los tiempos que corren", subraya el presidente, atribuyéndolo "a que la fábrica está aumentando la producción hasta cantidades récord" por lo que entiende que "el Puerto se ve obligado a preparar las infraestructuras para asegurarse de que esta dinámica de crecimiento del sector de la automoción seguirá siendo así". Y la única forma de garantizarlo, destaca, "es teniendo unos muelles y superficies que evacuen rápido la producción. "Los costos logísticos son muy elevados, y si por culpa de nuestras limitaciones obligamos a que los coches estén almacenados durante días y días, no somos eficientes como Puerto, entonces con el tiempo nos expondríamos a serios riesgos", razona.
Recalca que PSA es una multinacional por lo que "lógicamente de encontrarse con trabas, de no recibir facilidades aquí pues pensará en obtenerlas, por ejemplo, en Kénitra o en Mangualde, y se marcharían", advierte. Así que insiste en que "no queda otra opción que ampliar; lo contrario supondría condenar a Vigo a la irrelevancia industrial".
Como vienen alertando desde hace meses los operadores, los elevados niveles de producción de PSA impulsados por el éxito de ventas de sus últimos lanzamientos han colocado a la terminal boucense al borde del colapso. "Esto es una mala imagen para la industria viguesa de la automoción. No podemos seguir sufriendo esta situación eternamente", incide. Y no es que la obra propuesta vaya a estar concluida a corto plazo. De hecho las previsiones más optimistas hablan de dos años mínimo a partir de la adjudicación del proyecto, esto contando con que supere la Declaración de Impacto Medioambiental (DIA), una tramitación administrativo que podría demorarse hasta un año.
Trámite ambiental "escrupuloso"
Pero "lo importante", asegura Veiga, es hacer ver a los clientes que se están planificando las mejoras. "Los operadores, navieras, los transportistas, las industrias juegan con expectativas. Por lo que si no ven que hay expectativas de desarrollo se van a marchar. Y yo no quiero ser el responsable de que se marchen", declara.
Sobre el impacto ambiental, el principal motivo que esgrimen las voces críticas contra estas clase de obras portuarias, el dirigente portuario asegura que esta actuación seguirá de forma "escrupulosa" la tramitación ambiental que manda la Ley de Puertos. Pero recuerda que "todos los puertos españoles y los del mundo con aspiraciones de crecer están abordando ampliaciones". Confiesa que él preferiría "un mundo sin obras, y que la playa de Areal siguiera existiendo igual de preciosa Areal pero entonces también todo el mundo emigraba a Venezuela o Argentina".
