La lucha emprendida por toda una familia fue vital para conseguir lo que parecía imposible: la reapertura judicial de un caso criminal ocurrido hace ya más de 17 años. La causa por la desaparición y muerte de Déborah tiene ahora otra oportunidad. Fue hace un mes, el 7 de noviembre, cuando la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Tui dictaba el auto que reabría el procedimiento. ¿Quién fue el responsable o responsables de lo que le ocurrió a esta joven viguesa? Esta pregunta todavía sin respuesta representa el principal reto de esta nueva fase. Nuevas pruebas sobre el ADN del semen hallado en su día -todavía anónimo- y la toma de declaración a siete testigos son las primeras diligencias acordadas por la jueza. Ayer compareció una de estas personas, pero el día clave será el lunes, cuando están citadas las seis restantes.

Junto a la magistrada, en la comparecencia de la testigo que declaró ayer estuvieron el fiscal y los abogados de la familia de Déborah. Dado el mutismo existente sobre la identidad de las personas citadas no trascendió quién es esta mujer, pero, al parecer, en su comparecencia, que no fue demasiado larga, no habría aportado datos relevantes para la investigación. Lo que sí se sabe es que su interrogatorio fue propuesto por la Fiscalía.

Más resultados se esperarían de las testificales del lunes. Cuatro de las personas que comparecerán esa mañana en el juzgado tudense ya declararon ante la Policía Nacional, pero el resto lo harán ahora por primera vez. Ninguna de ellas, al parecer, es familiar de Déborah.

El deseo de la familia de la joven es "conocer la verdad". "No cesaremos en el empeño de descubrir qué persona o personas fueron las responsables de la desaparición, muerte y traslado del cuerpo de Déborah", decían en un comunicado emitido la semana pasada. Esta nueva fase judicial resulta fundamental para evitar que el caso acabe archivado de forma definitiva en 2022 por prescripción. El hallazgo de respuestas es la clave para evitarlo.