A finales del pasado septiembre se dieron las primeras pedaladas en Coia, en el kilómetro y medio que transcurre entre Plaza América y el "volcán" de uno de los extremos de la avenida Castelao. Era el estreno del carril bici: la senda -de la que podrán beneficiarse también los patinetes eléctricos- que aspira a promover la movilidad sostenible entre Samil y Teis. Ayer, un nuevo paso. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, y la presidenta de la Diputación de Pontevedra y teniente alcalde en la ciudad, Carmela Silva, inauguraron un segmento de 2,6 kilómetros que parte desde Praza Independencia hasta el cruce de Venezuela con Gran Vía, atravesando la avenida Camelias. Esta espina dorsal verde - ya no solo por el color botella que tiñe su pavimento, sino por su filosofía- continuará prolongándose una vez finalice la construcción de las rampas de Gran Vía. Será en ese momento cuando se complete su implantación en la segunda mitad de Venezuela para conectarse con Pizarro, y desde ahí, hasta alcanzar Travesía de Vigo, como ya avanzó este diario.

El de ayer, no obstante, es significativo en la medida en que se adentra de lleno en el casco urbano. Si el de Coia convive con una ajardinada y de esparcimiento, en Camelias el carril se hará hueco entre el tráfico de vehículos. De ahí también el celo puesto por el Ayuntamiento y la diputación en la seguridad. Caballero explicó ayer que para "minimizar" el riesgo de accidentes en los 10 km del vial se instalarán 150 semáforos "exclusivos" para usuarios de la bicicleta, pensados para advertir de las paradas de autobuses o los cruces. Por otro lado, se distinguirán específicamente las intersecciones de los carriles, ya sea mediante la colocación de unas 200 señales como pintando de rojo el pavimento.

Al dispositivo de señaléctica y seguridad se le sumarán 130 indicativos horizontales en los vados y la colocación de 400 tacos de plástico reflectantes que pautarán la separación entre la senda y el espacio destinado a los vehículos. "Especial atención", en palabras del alcalde, se le prestó al tratamiento antideslizante del carril. En general se aplicarán cuatro capas al firme, pero en las entradas de garajes y vados se llevará a cabo un refuerzo adicional. Todo ello contribuye a explicar el grueso del presupuesto. En total se desembolsarán 4,5 millones de euros, buena parte los cuales abonará la Diputación (casi 3,6) El Concello aportará de sus propias arcas 953.000 euros.

Ayuda a dinamizar

En una cita que sirvió para que testaran en primera persona el carril, tanto Caballero como Silva celebraron su avance como un proyecto de "futuro". En gran medida por cuanto significa para los desplazamientos sostenibles. El de la bicicleta, aludió la presidenta provincial, es un medio "fundamental" para tener "ciudades amables y del siglo XXI"

Pero también para vitalizar los vecindarios, su comercio y sus espacios de encuentro. En ese sentido Caballero expresó su "convicción" de que el carril contribuirá a la "socialización" entre vigueses, y a que las calles por las que discurre sean "más visitadas, más frecuentadas, con comercios y cafeterías que funcionan mejor".

El futuro del carril mira más allá de los confines del término municipal. Concretamente hacia Chapela, en Redondela. Desde Travesía de Vigo la arteria ciclista se bifurcarán en dos ramales: uno que derivará hacia Buenos Aires por la propia Travesía y otro que desde Mestre Chané permitirá tomar la conocida como senda verde por las vías ferroviarias en desuso, hasta arribar a la localidad redondelana.