"Señor Pérez, fágolle unha segunda chamada a orde, non me obligue a pedirlle que abandone o Pleno". Así comenzó mi relación de afecto político y personal con Manoel Soto.

Corría la legislatura municipal del 87; en esa sesión plenaria me correspondía criticar políticamente al gobierno municipal y al Sr. Alcalde pues un concejal del grupo PP se había ido al grupo de gobierno con lo que él pudo aprobar los presupuestos. Hombre conciliador, a la salida me dio explicaciones del "aviso" plenario

Desde enero de 1990, llamado por el Presidente Fraga, fui Conselleiro de Trabajo y Servicios Sociales; fue fácil tomar conjuntamente decisiones en beneficio de Vigo; todo facilidades para la construcción de los centros sociales de Teis y de Coia; otros proyectos sociales el tiempo no nos permitió ejecutarlos.

En 1991 fuimos rivales en las elecciones municipales en Vigo. Todavía recuerdo un debate en radio, al que acudí como aspirante ante quien posee el título.

El resultado electoral, trece frente a once, ya entonces, "que no gobierne la lista más votada", supuso su marcha de la vida municipal al exigir al Partido Socialista las otras dos formaciones políticas, tres concejales entre las dos, cambio de candidato. Todavía hoy uno no entiende bien el porqué.

En 1999, excluido yo de la lista municipal del PP, me visitó en el Concello; me habló de las razones de su vuelta, durante una tarde entera analizamos problemas y necesidades de la ciudad, criticamos los beneficios del gobierno amigo y mil cosas más.

Comprobé su amor por VIGO.

Fuera de la política ambos, mantuvimos una relación de amistad y afecto: tertulias, debates entre amigos, comidas, hombre frugal, sesiones de canto, donde lo hacía muy bien y uno iba de oyente.

Se ha ido un hombre bueno, que trabajó por esta ciudad a la que amaba. Amor compartido con el amor a Puri, su mujer, a sus hijas, a su familia.

Home bo e xeneroso.

Manoel, que a terra che sexa leve.

*Exalcalde de Vigo