Decenas de "primos hermanos" de las famosas carabelas portuguesas desembarcaron ayer en el arenal de O Vao. Pero en este caso no fueron las luces navideñas lo que las atrajo, sino el viento. Concretamente el procedente del sur, que arrastró a multitud de ejemplares de Velella velella -también conocidas como medusas velero- un género de hidrozoos pelágicos que viven en la superficie en alta mar.
La subida de la marea y las rachas direccionales que centraron la climatología en los últimos días favorecieron su llegada. "Son ejemplares que viene en el mismo hábitat que las carabelas pero como está pegando mucho viento del sur las atraen a la costa. En otras playas como las de Patos o Ribeira también se produjeron estos varamientos. Son frecuentes siempre que se da estos vientos de componente suroeste. Es una especie mucho más oceánica pero con este temporal están llegando a las costas", define un experto.
Aunque se recomienda no tocarlas, no se trata de un ejemplar que pique. "Mejor es no tocarlas, no dejan de ser cnidarios que puede tener células urticantes (por contacto inyectan veneno)", añade.
No es la primera ocasión en la que estas especies arriban en las playas de la ría de Vigo y Pontevedra, si bien la de ayer fue la que dejó mayor número de ejemplares. A principios de semana, la marea arrastró hasta la playa de Banda do Río y el puerto de Bueu una gran cantidad de "carabelas portuguesas", una especie muy similar a las medusas. Su picadura es muy dolorosa y puede provocar el ingreso hospitalario, además de que puede dejar marcas permanentes. Su presencia en aguas de Bueu e incluso rodeando el Parque Nacional Illas Atlánticas se debe a los últimos temporales y vientos de componente sur, que han contribuido a arrastrarlas desde aguas de carácter más cálido.
Desde el 112 Galicia advertían también de su presencia en las playas de A Barosa, Pirata o Canelas, en O Grove.
