Los patinetes eléctricos de alquiler regresan a Vigo por Navidad. El Concello dio un ultimátum a la empresa Buny para que los retirara. Pero la firma continuó operando. Eso sí, poco a poco los vehículos comenzaron a desaparecer de las calles. Prácticamente todos. Pero no fue la compañía la que los quitó, sino la Policía Local. Uno a uno hasta 39 unidades fueron tramitadas como objetos perdidos, muchas tras denuncias vecinales, y trasladadas al almacén de Balaídos. Al menos hasta ayer nadie los había reclamado. Pero lejos de cumplir el mandato del alcalde, la firma ha vuelto esta semana a poner nuevos patinetes en la calle a disposición de los vigueses. Y lo ha hecho, una vez más, dejándolos en los aparcabicis públicos, algo que desde el Concello estarían todavía estudiando si es legal o no.
Al Concello se le acabó la paciencia a finales del pasado mes de septiembre tras haberse dirigido hasta en dos ocasiones a la empresa Buny para que los retirara ante la falta de autorización. Pero pese a la postura conciliadora del gobierno local -en A Coruña le abrieron un expediente sancionador al día siguiente de comenzar a operar sin licencia- la firma hizo caso omiso a la petición municipal. "Hablamos con ellos en dos ocasiones. Ahora se le va a enviar un requerimiento por escrito para que los retiren en el plazo de una semana. De lo contrario, los retirará el Concello", advirtieron entonces. Fuentes oficiales matizaron, sin embargo, que no están en contra de este sistema de movilidad, pero como ya le trasladaron verbalmente al responsable de esta firma, quieren reunirse para ver cómo se puede regular. "El planteamiento de patinetes eléctricos nos gusta, pero debe implementarse de acuerdo con la normativa", subrayó el Concello. Desde entonces, no ha ocurrido ni una cosa, ni la otra.
De hecho, el concejal de Marea de Vigo, Rubén Pérez, ha vuelto a denunciar a través de las redes sociales el "uso privativo" que Buny está realizando del espacio público. "O centro de Vigo "nadalfriendly" privatizado. Todas as plazas de aparcamento de bicicletas da Porta do Sol (mobiliario público) en mans dunha empresa de alugueiro de patinetes privada, que por enriba é un uso ilegal do mobiliario", ha criticado en su página de Facebook.
Además, los nuevos patinetes eléctricos de alquiler que la empresa ha comenzado a poner de nuevo por el centro de Vigo son ligeramente diferentes a los anteriores, al menos en apariencia. En lugar de ser negros en su totalidad, la empresa le ha colocado varias pegatinas de color amarillo fluorescente, probablemente para que sean más visibles de noche y, por lo tanto, más seguros.
Buny comenzó a operar en Vigo el pasado mes de septiembre. Lo hizo, según aseguró su responsable, a modo de prueba. Llegó con unos 30 patinetes eléctricos que cada día distribuye por diferentes "aparcabicis" públicos de la ciudad para que los puedan usar los ciudadanos. A través de una aplicación móvil, vigueses y turistas pueden desbloquearlos y utilizarlos para sus desplazamientos por el casco urbano. Luego, deben dejarlos enganchados con un candado. Aunque la empresa recomienda que se anclen en los "aparcabicis", muchos usuarios ya han empezado a dejarlos en árboles, bancos o postes de señales. Este hecho provocó ya el malestar de multitud de vecinos.
¿Cómo funcionan los patinetes eléctricos de alquiler de Buny?
Para pillar un "Buny" y ponerse a rodar por Vigo es preciso descargarse en el smartphone la aplicación de la empresa. Tras un registro, los usuarios pueden localizar a través de un mapa las unidades disponibles. Para alquilarlas es necesario hacer un ingreso mínimo de 5 euros. Y, una vez que se está frente a uno de los patinetes, solo se tiene que escanear un código QR ubicado sobre el manillar y arrancar. En cualquier caso, la empresa advierte a través de su aplicación que está prohibido hacerlo por las aceras. El Concello también advirtió que este tipo de vehículos no pueden usarse por zonas peatonales.
El coste es de 1 euro por desbloquear el patinete (se recibe un número en el móvil para desbloquear el candado) y de 15 céntimos por cada minuto de uso. La velocidad máxima que pueden alcanzar -aseguran los responsables de la compañía- es de 20 km/h. Y su autonomía, de 45 kilómetros. Tiene también una tarifa promocional de 19,95 euros que permite circular por un coste inferior: 4 céntimos el minuto.
"Nuestra idea es poner una tarifa más barata complementaria con el transporte público. Y también nos gustaría llegar a acuerdo con la Universidad para descuentos a los universitarios o incluso con el Concello para parados de larga duración", aseguraba en septiembre Sergi Monferrer, director general de la compañía.
Cada día, a última hora, la empresa retira los patinetes para revisarlos y recargarlos, para lo que aseguran que están contratando ya personal de la ciudad. Al día siguiente los vuelven a posicionar por toda la ciudad para que los ciudadanos puedan volver a alquilarlos.
