Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Dos marineros salvan la vida tras colisionar su barco con un buque de la Armada

El choque se produjo a una milla de Toralla y fueron rescatados por la "Salvamar Mirach"

Roberto Martínez Rodal

Dos marineros de Cangas (el patrón Luis Lorenzo Soliño y el tripulante Roberto Martínez Rodal) salvaron la vida a primera hora de ayer tras una aparatosa colisión sufrida por su pequeño barco pesquero (el Romo Dos, de 9,7 metros de eslora) contra el buque escuela de la armada Intermares de (79,2 metros de eslora). El siniestro ocurrió a una milla al norte de la isla de Toralla a las 8.25 horas y Capitanía Marítima tiene abierta una investigación para dilucidar las responsabilidades ante las versiones contradictorias de las dos partes implicadas. Fuentes del sector pesquero aseguran que la nave del ejército podría estar fuera del dispositivo de entrada para el muelle, amparándose en las cartas de navegación y en el lugar en donde se detuvo el Intermares, que tenía el sistema de localización activado y navegaba a una velocidad de 8 nudos. La Armada asegura que accedía por la zona autorizada, aunque ahora serán las autoridades competentes las que determinen las culpas.

El Romo Dos había salido a navegar hacía escasos minutos desde el muelle de Cangas, "aprovechando que por la mañana el mar estaba más calmado", relata el patrón. Estaban en ruta hacia la zona de Monteferro para participar en la captura de la centolla, cuando les envistió el buque escuela, que entraba al puerto de Vigo. El barco pesquero recibió el impacto por la proa y rápidamente se hundió quedando a unos 30 metros de profundidad.

Los marineros quedaron en el mar con los aros salvavidas mientras el buque de la armada lanzó una zodiac de recate, que tardó en llegar por problemas con el motor, según denuncia el patrón accidentado. Justo cuando consiguieron subir a esta lancha llegó la embarcación de salvamento Salvamar Mirach, con su base en el puerto de Cangas, que tardó unos cinco minutos desde que recibió el aviso en llegar al lugar del naufragio. Se encontraron a los dos pescadores "muy aturdidos por lo que había ocurrido" y rápidamente los trasladaron al muelle de A Laxe en Vigo, en donde fueron atendidos en un primer momento por técnicos de la ambulancia del 061 y después trasladados al hospital Povisa para comprobar su estado de salud.

Más allá de las secuelas psicológicas que les pueda dejar el siniestro, físicamente sufrieron apenas síntomas de hipotermia leve por el tiempo que pasaron a la deriva en el mar. Antes de las 13.00 horas se les dio el alta y regresaron a sus casas de Cangas, mientras el Intermares estaba ya amarrado en el muelle de trasatlánticos del puerto olívico.

La Salvamar Mirach se quedó más tiempo patrullando la zona para descartar la presencia de un vertido de hidrocarburos.

El patrón asegura que les envistieron cuando estaban en ruta y "fuera del canal de entrada al muelle de Vigo". Alega que no recibieron señales por parte de la nave de la armada. "Ni pitaron y cuando vimos al Intermares ya estaba encima nuestra: Nos arrasó en solo 15 segundos. Nuestro barco se hundió de inmediato y no tuvimos tiempo ni a saltar", indica Luis Lorenzo Soliño. Añade que pidió a la Salvamar Mirach "que lanzasen un evento para que quedase fijado el punto en el que nos recogieron y poder demostrar que no estábamos en el canal de entrada".

Muy distinta es la versión que hizo pública ayer de forma oficial la Armada Española. Asegura que el Intermares navegaba por el canal de entrada al muelle y que señalizaron su paso con la bocina cuando vieron al pesquero, sin tener tiempo a evitar el impacto.

El patrón de Cangas explica que el Roma Dos navega desde 1986. "Es el barco heredado de mi padre. Ahora ya no se puede rescatar y ni siquiera sé qué voy a hacer de mi vida", declaró junto a su mujer visiblemente apenado. Espera que el seguro se haga cargo de los costes, pero la importantísima campaña de Navidad ya está perdida para él. De hecho, explica que "ahora tengo que pedir el favor a un amigo con barco para intentar recoger el aparejo".

El duro recuerdo

Lo ocurrido ayer a los dos marineros de Cangas se saldó, por suerte, sin daños físicos que lamentar. Pero buena parte del sector ligado al mar recordó lo ocurrido en abril de 2014 al pesquero Mar de Marín, que salía de la ría de Vigo cuando chocó con el carguero Baltic Breeze con un resultado de tres muertos, dos desaparecidos y cinco supervivientes. Había sido la mayor tragedia en las Rías Baixas en 10 años.

En este 2019 el mar ya se cobró a una víctima de la comarca. Y es que hace apenas un mes un vecino de Bueu, tripulante del Cristo da Laxe, falleció por un trágico golpe en la cabeza al quedar enganchado en el aparejo.

Compartir el artículo

stats