Más de 300.000 kilos de comida. Con este balance concluyó anoche la campaña que el Banco de Alimentos de Vigo llevó a cabo en más de un centenar de establecimientos de la provincia con la participación altruista de 2.000 voluntarios.

A estos colaboradores y a los responsables de los negocios donde se desarrolló se dirigía ayer el colectivo organizador para agradecerles "especialmente" su contribución al éxito de esta gran recogida de alimentos. Y eso que la cifra, facilitada antes del cierre de los establecimientos, era provisional por lo que el recuento definitivo podría aumentar su satisfacción.

En el último día de la campaña participó la madrina de la edición de este año, la periodista María Rey, quien ayer acudió al supermercado Froiz de Plaza Elíptica como una voluntaria más. "Sé que Vigo está muy volcado con el alumbrado, pero que las personas colaboren porque hay gente que vive en la oscuridad permanente", declaraba horas antes de arrancar el popular evento.

Durante toda la jornada del viernes y del sábado, los cooperantes se distribuyeron por 160 grandes superficies de toda la provincia para recoger alimentos. Alrededor de 2.000 personas donaron cuatro horas de su tiempo para ayudar a familias con pocos recursos. A esta Gran Recogida se sumaron estudiantes de Bachiller y ESO que no dudaron en ponerse los chalecos azules y subirse al carro de la solidaridad. En 2018, los 300.000 kilos de donaciones duraron alrededor de tres meses en el almacén de Lavadores puesto que son 20.000 las familias a las que la organización dispensa alimentos. Los productos que más se necesitan son leche, cacao y galletas y los que más se recaudan, cada edición, son arroz y pasta. Para cubrir todas las necesidades el resto del año el Banco realiza quince pequeñas operaciones de recogida.