Confirmado. Las tres primeras empresas que se instalarán en la Plisan son la conservera viguesa Albo, en tres parcelas que suman 63.000 metros cuadrados, la gallega Beta Implants y una suministradora de combustibles, como adelantó este periódico. La mesa de contratación, una vez abiertos los sobres con las ofertas, ha concluido que las tres cumplen con los requisitos establecidos en el pliego de condiciones de la subasta pública y se está tramitando la resolución de la adjudicación, según precisaron ayer fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda.
Las parcelas se adjudicarán en derecho de superficie y en función de la oferta presentada por cada empresa, el canon a pagar durante los dos primeros años va de 0,77 a 1,08 euros por metro cuadrado al año. La Plisan fue concebida en su origen para paliar el grave déficit de suelo industrial en el área de Vigo en una época de gran expansión de sectores como el automóvil, la logística y la pesca. Los varapalos judiciales redujeron su tamaño (de más de 4 millones de m2 a 3,2, con la anulación del plan sectorial) y malograron inversiones multimillonarias como la de la joint-venture formada por las japonesas GS-Yuasa y Mitsubishi, que planeaban construir en Salvaterra-As Neves la mayor fábrica de baterías de litio para coches eléctricos de Europa, y que quedó en nada. Ahora la Plisan, ya con total seguridad jurídica, abre una nueva etapa.
Los primeros inquilinos son Albo, que abrirá en el puerto seco una gran planta de procesado de pescado que podría concentrar incluso producciones de otros centros; Beta Implants, una start-up surgida al calor de la aceleradora de empresas ViaGalicia, que en pocos años ha logrado convertirse en líder español en el negocio de las prótesis para animales, y que quiere trasladar y ampliar sus instalaciones ya en Salvaterra en el polígono, y una estación de servicio.
