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Nuno Sá: "El impacto humano se aprecia en los mares más remotos"

"La sobrepesca es el gran problema, la diferencia dentro y fuera de las reservas marinas de Portugal es abismal"

La Semana de Cine Submarino homenajea a Jorge Candán | La XXIX Semana de Cine Submarino arrancó ayer en el Teatro García Barbón con un nuevo éxito de público y un homenaje al vigués Jorge Candán, que revalidó su título de campeón mundial el pasado octubre en Canarias. Junto con el investigador Anxo Mena, participó en el coloquio posterior a la proyección de su trabajo "O retorno" y del documental "Guerreros de los océanos" de N. Geographic. Marta G. Brea

La primera serie documental portuguesa sobre biodiversidad marina se estrenó ayer en horario de máxima audiencia en el principal canal de la televisión pública del país vecino. Su impulsor, el fotógrafo y cineasta Nuno Sá, acude hoy como invitado al Festival de Cine Submarino, que proyectará esta tarde y mañana sendos episodios de los seis que conforman "Mar, a última fronteira". La sesión también incluye una entrega de "Blue Planet II" de la BBC, en cuyo equipo participó Sá obteniendo un Bafta.

-Ha trabajado en grandes producciones de BBC, National Geographic o Discovery Channel, ¿por qué decidió dar el salto y crear su propia empresa en 2010?

-En mis inicios, trabajé para otros canales que casi siempre me contrataban para filmar en Portugal, especialmente en Azores y Madeira. Después comencé a viajar por el mundo y muchas de las historias que grababa para grandes producciones como "Blue Planet II" también eran de aquí. Pero los portugueses no tenían ni idea de lo que existía en su mar. Por eso creé una productora y contacté con el Oceanário de Lisboa para que me patrocinasen la serie documental. Viajamos durante un año y medio por toda la costa, incluidas todas las islas de Azores y Madeira, y descendimos en submarino hasta los mil metros. Queríamos sacar adelante un proyecto que llamase la atención, especialmente de los portugueses, sobre nuestra vida marina. La RTP1 estrena hoy [por ayer] en prime time un episodio extra con las mejores experiencias. Y el resto se emitirán los sábados por la mañana para que los padres puedan verlo con los niños.

-Promete sorprender a los espectadores portugueses.

-Sí, mucho, mucho. Hemos intentando sorprender lo máximo posible buscando historias como la de los tiburones azules filmados muy cerca de Lisboa, a solo una hora en barco. El 99% de los portugueses desconocen casi todas las historias que contamos.

-La serie también permitirá que el resto del mundo conozca la biodiversidad de su país.

-Queremos comercializarla a nivel mundial para divulgar lo más posible la increíble vida marina que tenemos en Portugal.

-Estos documentales son muy importantes para que la gente sea consciente de la riqueza natural que les rodea y se conciencie sobre la necesidad de protegerla.

-Claro. No queríamos una serie muy negativa y, aunque siempre que abordamos un tema también hablamos de sus problemas, el objetivo principal es que la gente conozca la vida marina y entonces se interese por su conservación. Todos los episodios están filmados con máscaras completas de buceo con transmisores de radio para que podamos hablar bajo el agua y el público sienta que vive con nosotros la aventura de cada expedición. En un capítulo buceamos en la ría Formosa, en Faro, donde vive la mayor población de caballitos de mar de cualquier especie en todo el mundo con cerca de 150.000 ejemplares. Fuimos con un científico y ahí se aborda que en los últimos diez años la población se redujo un 90% por la pesca ilegal, la extracción de arena y la ocupación del litoral. Por tanto, intentamos que las personas se interesen y creen una relación estética con el animal pero siempre abordando los problemas de los océanos.

-¿Cuáles son las principales amenazas en el Atlántico?

-Sin ninguna duda, la sobrepesca. Es el problema principal que siempre hemos visto. Y hemos hecho 1.600 millas náuticas de barco. Se ve plástico y polución y la ocupación del litoral en zonas como Formosa, pero la sobrepesca es el gran problema. Hemos buceado en casi todas las reservas marinas de Portugal y la diferencia dentro y fuera es increíble, abismal. Incluso en lugares como las Azores donde la flota es artesanal y no hay un sobresfuerzo industrial como en la mayoría del país. Se ve muy bien lo que la pesca industrial está haciendo a todo el ecosistema e incluso en Azores el impacto humano es gigantesco.

-¿Somos conscientes de que podemos llegar a un punto de no retorno?

-Sabemos pocas cosas para demostrar que hacemos algo, pero no para resolver un problema. Hace más de 20 o 30 años que los científicos nos están diciendo que necesitamos proteger cerca de un tercio de los océanos solo para detener la degradación. Menos del 1% del Mediterráneo lo está y esto ocurre en todo el mundo. No hay ninguna zona de Portugal continental donde la pesca esté prohibida. Y nada va a mejor. He buceado en lugares muy remotos de todo el planeta como los fiordos de Noruega junto a ballenas, en Colombia, la Patagonia argentina o en Bahamas con tiburones tigre. E incluso a 300 kilómetros al norte del círculo polar ártico tuvimos que liberar a una ballena enredada en artes de pesca y boyas. Nunca he estado en un lugar en el que el impacto humano no se apreciase cada día.

-¿Debemos exigir como ciudadanos que se tomen medidas?

-Tiene que ser una prioridad a nivel político, los gobiernos no pueden continuar financiando y subsidiando la pesca. Comprendo que para un político no es muy bueno crear grandes reservas marinas porque tienen que ser electos cada 4 años y no da tiempo para que un ecosistema se recupere y se vean los beneficios. Pero no puede ser todo un círculo electoral, no podemos proteger la naturaleza según el calendario político.

-¿Ve diferencias en cuanto a concienciación social entre Portugal y España?

-Creo que es muy similar. En los países nórdicos, sin embargo, hay una tradición mucho mayor de contacto con la naturaleza. Pero incluso así, creo que Portugal va por detrás en cuanto a conocer su patrimonio natural y biodiversidad, tanto en mar como en tierra.

-Se marchó a las Azores tras acabar Derecho para vivir conectado a la naturaleza.

-Hice mi primer curso de buceo mientras estudiaba y mi primer viaje de submarinismo fue a Azores. Cuando volví decidí que al acabar mis estudios regresaría a las islas para vivir en contacto con el mar. Ser un camarógrafo submarino no era un objetivo, sino un sueño. Pero allí comencé a estudiar biología marina, a trabajar con ballenas y unos años después me convertí en profesional. Nada fue planeado, pero las cosas sucedieron así.

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