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Se ofrece líder en cambio global para charlas

Alba Aguión, la primera gallega incluida en la red internacional de científicas Homeward Bound, alcanza el ecuador de su campaña de micromecenazgo para poder viajar a la Antártida en 2020

La investigadora Alba Aguión, en el campus de la Universidad de California en Santa Bárbara.

Su prometida zambullida en las gélidas aguas de la Antártida está más cerca. Alba Aguión, la primera gallega seleccionada por la red internacional de mujeres científicas Homeward Bound, ya ha alcanzado el ecuador de su campaña de micromecenazgo, con la que sufragará parte de los gastos de su expedición al Polo Sur. Se marcó como objetivo conseguir 8.000 euros hasta el 24 de diciembre y ya roza los 4.000. Para recaudar el resto, unos 10.000, busca patrocinadores, ya cuenta con el apoyo de las universidades de Vigo y California, y se ofrece para dar charlas en colegios, museos e incluso bares.

La búsqueda de financiación es uno de los requisitos de la iniciativa, que durante un año formará a las 75 mujeres elegidas en cambio climático, igualdad de género y liderazgo para crear una red de colaboración e influencia a lo largo del planeta. "Es una oportunidad increíble y que nosotras tengamos que conseguir una parte de la financiación me parece una buena estrategia. Es una motivación para compartir nuestros conocimientos científicos y también lo que vamos aprendiendo con el programa y que llegue a más mujeres y hombres interesados", destaca Aguión investigadora del grupo Future Oceans Lab, que lidera otra mujer, Elena Ojea, y ganadora de la final española de monólogos científicos Famelab en 2016.

El programa Homeward Bound nació en 2016 en Australia y cada año selecciona a un grupo de entre 70 y 90 mujeres para formarlas en liderazgo, gestión de equipos, relaciones internacionales o comunicación, además de culminar la experiencia con un viaje conjunto a la Antártida. La organización aporta mitad de los 33.000 dólares que supone el proyecto y el resto deben aportarlo las seleccionadas.

"Vamos por el buen camino, pero está claro que hay un techo de cristal a superar. Llevará un tiempo pero lo conseguiremos. Según un estudio realizado en EE UU, una de cada tres niñas tiene miedo a ser líder porque la van a considerar una mandona. Nuestra forma de liderar es diferente, pero complementaria a la del hombre y no se pueden perder estos rasgos. La idea del proyecto es crear una plataforma en la que sigamos conectadas de por vida para apoyarnos unas a otras y colaborar en proyectos científicos o de divulgación", explica.

La quinta edición del proyecto, que aspira a reunir a mil mujeres de diferentes ámbitos científicos en 2026, incluye a otras cinco españolas, casi todas residentes en el extranjero: "Está muy bien que tengamos diferentes edades, procedencias y ramas de conocimiento. Es muy enriquecedor. Y a las españolas nos gustaría hacer juntas algo de divulgación. En Galicia sería genial".

En la primera videollamada que reunió a las 75 científicas ya quedó patente uno de los obstáculos que el proyecto trata de corregir. "Las organizadoras nos pidieron que levantásemos la mano las que no nos sentíamos merecedoras. ¡Y lo hicimos el 85%! Casi todas se sentían como yo, intimidadas por los currículos y trayectorias de las demás. Las mujeres tenemos más tendencia a sufrir el síndrome del impostor", reconoce.

Alba Aguión está sorprendida por la atención que la iniciativa ha despertado en Galicia y el apoyo brindado: "Pedir dinero y conseguirlo es difícil, pero la Universidad de Vigo se ha portado muy bien. Hay gente con muchas ganas de ayudar y me han contactado empresas. También muchos profesores superentregados con sus alumnos para que visite sus centros. No puedo más que dar las gracias. Siempre he sentido el respaldo de Galicia, y no lo digo por ser gallega. Me quito el sombrero ante el interés que hay por la ciencia y la divulgación".

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