La electroestimulación muscular deportiva sirve para adelgazar, para tonificar el cuerpo y para conseguir un bienestar general, reduciendo niveles de estrés y ansiedad. "Esta práctica puede abarcar todo lo que el usuario necesite", asegura Jota Rey, quien subraya que "se puede hacer un trabajo cardiovascular con descargas eléctricas de baja intensidad o se puede obtener un mejor tono muscular con sesiones más fuertes".

"Con apoyo nutricional nosotros conseguimos que una persona baje diez kilos en tres meses. No es fácil porque necesitamos de su implicación y compromiso porque sin estos dos factores ningún método funciona", confiesa el copropietario de Príncipe Fitness. Los datos avalan sus palabras. En una sesión de media hora se pueden llegar a quemar hasta 600.000 calorías y se ponen en funcionamiento cerca de 300 músculos. Y el consumo calórico no termina al finalizar el entrenamiento. "Durante una clase se profundiza tanto en el músculo que se eleva el metabolismo del usuario. Con el paso de los entrenamientos el metabolismo basal sube y ese medio kilo de músculo ganado en un mes se convierte en calorías quemadas posteriormente. En una sesión se pueden llegar a perder 600 kilocalorías, pero en los tres días siguientes se quemarán de manera natural 200 kilocalorías adicionales".

Al margen de los usuarios de a pie, la electroestimulación también es un recurso para muchos deportistas profesionales que encuentran en este método ese extra que no logran en el gimnasio.