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Así votó Vigo, barrio por barrio

Suma el 36,6% de los sufragios, dos décimas más que en abril, aun con 5.400 menos -Vox logra casi uno de cada diez en el centro y se dispara en el rural - Batacazo de Cs, que cae un 65% entre Casablanca, Llorones y Gran Vía mientras sube el BNG

Así votó Vigo, barrio por barrio

El PSOE refuerza su huella en la ciudad. Ni una sensible caída de votos con respecto a abril, ni la recuperación del PP, ni el contundente repunte de Vox, ni el pinchazo de la participación a nivel general han cambiado gran cosa el color del mapa electoral local: rojo salió de las urnas el 28-A, en abril; rojo en las municipales de mayo y prácticamente de rojo volvió a teñirse el domingo. Los resultados por barrios recabados por el Gobierno muestran que la formación de Pedro Sánchez ganó en ocho de los nueve distritos en los que se divide Vigo -todos, menos el del centro- y en una aplastante mayoría de las urnas distribuidas por la ciudad: el puño y la rosa se impusieron en 335 de las 372 mesas del municipio, el 90%. Como ayer destacaba el alcalde los socialistas han logrado incluso reforzar su peso porcentual de votos, de forma muy tímida, pero innegable: si el 28-A se hicieron con el 36,41% de los sufragios válidos, el domingo aglutinaron el 36,59%, unas dos décimas más.

La huella socialista se ensanchó a pesar de que los socialistas perdieron votos en todos los distritos. En el conjunto de la ciudad sumaron 60.107, unos 5.400 menos que en los comicios de abril. El descenso de la participación, que en sintonía con el conjunto del país bajó de forma sensible -el 28-A se alcanzó el 76,4% frente al 69,5% del domingo-, y la redistribución de apoyos al resto de formaciones permitió a los socialistas, sin embargo, ensanchar su peso en las urnas. No fue el único. En sintonía también con el resto de España, el PP logró mejorar su posición con respecto a abril. Los populares crecieron en votos en todos los distritos de la ciudad hasta sumar unos 4.300 más que hace medio año y rozar los 36.900 sufragios. Gracias a ese repunte, alimentado en gran medida por el batacazo de Cs y la resistencia frente al contundente avance de Vox, el partido de Pablo Casado recuperó el centro, Casco Vello y García Barbón, área en la que fue la fuerza más votada. También subió puestos en otros. Si en abril fue la segunda fuerza con más respaldo en tres de las nueve zonas, el domingo ocupó esa posición en seis. Solo se mantiene como tercer partido, por detrás de PSOE y Podemos, en dos: el conformado por Gran Vía, Bouzas, Fragoso y Coia, el número cuatro; y el siete, que integran O Calvario, Lavadores, Cabral, Candeán y Sampaio.

El alza popular también se dejó sentir en las mesas electorales. En abril la lista de Sánchez fue la que recabó más votos en 356 de las 372 mesas. El domingo su peso siguió siendo igualmente contundente, haciéndose con el 90% de urnas, pero el número de mesas con mayoría de papeletas socialistas descendió ligeramente hasta las 335. Efecto contrario anotó el PP. Si hace medio año su lista fue la más respaldada en diez mesas, el 10-N consiguió imponerse en 34 y empatar en otra con el PSOE. En otras dos, ambas situadas en Casa das Artes, en Policarpo Sanz, la formación que reunió más papeletas fue la encabezada por Iglesias.

El 28-A también refuerza la posición del BNG, que en abril se había visto relegado a sexta fuerza con poco más de 7.100 sufragios, el 3,97% del total. El domingo los nacionalistas escalaron hasta situarse, con 9.983 papeletas, en quinta fuerza. Gracias a esa inyección de votos, su peso porcentual ganó varios puntos hasta situarse en el 6,08%. Al igual que le ocurrió al PP, el Bloque salió reforzado en todos los distritos de Vigo. En tres consiguió de hecho auparse al cuarto puesto, por delante de Vox: en las áreas formadas por Gran Vía, Bouzas, Fragoso y Coia, Traviesas, Castrelos, Sárdoma y A Salgueira y la compuesta por Matamá, Beade, Bembrive, Valadares y Zamáns.

El partido liderado por Santiago Abascal fue otro de los que reforzó su peso entre el 28-A y 10-N. Aunque sin llegar al nivel de los resultados estatales, que situaron a Vox como tercera fuerza, en Vigo la formación de derecha radical, ganó terreno en las urnas. De las 8.379 papeletas recogidas hace medio año pasó, el domingo, a 10.686, el 6,51% de todas las válidas depositadas en las urnas. Vox se sitúa como cuarta fuerza de la ciudad y en seis de los nueve distritos. En cuatro mesas electorales consiguió además auparse hasta el tercer puesto, adelantando al partido de Pablo Iglesias: en las urnas de Casa da Cultura y das Artes su lista solo quedó por detrás de las encabezadas por Sánchez y Casado y en una de las situadas en la estación de trenes de Urzáiz empató con Podemos.

La extrema derecha consiguió su mejor marca en el distrito formado por los barrios más céntricos, Casco Vello y García Barbón, donde cosechó la confianza del 8,1% de los electores. El mayor repunte se certificó sin embargo en los integrados por Calvario, Lavadores, Cabral, Candeán y Sampaio; Matamá, Beade, Bembrive, Valadares y Zamáns, donde la subida rondó el 43%, aunque con porcentajes de apoyo menores.

En el polo opuesto se sitúa Cs, que el domingo sufrió un descalabro electoral que apenas 12 horas después llevaba a su líder y candidato, Albert Rivera, a renunciar a su cargo en la formación y anunciar su retirada de la vida política. Hace medio año la formación naranja había logrado el respaldo de 21.461 vigueses, lo que le brindó casi el 12% de los sufragios y lo situó como cuarta fuerza, a escasas 11.000 papeletas del PP. El domingo la instantánea que arrojaron las urnas fue bastante distinta: Cs se desangró electoralmente, con una contundente caída del 64% en el conjunto de la ciudad que en algunos distritos fue incluso más acuciada. En las áreas formadas por el centro urbano, Casablanca, Llorenes y Gran Vía; así como Alcabre, Navia, Comesaña, Coruxo, Oia y Saiáns, el pinchazo está más cerca del 65%. En algunas mesas la formación de Rivera empató o incluso quedó por detrás de la alianza de Equo y Más País, el nuevo partido de Errejón, que en el conjunto de Vigo rozó las 3.800 papeletas, lo que los convierte en séptima fuerza, posición que el 28-A ocupaba En Marea con alrededor de 1.900 sufragios.

Una de las claves del 10-N fue el cescenso de la participación. La repetición de tres citas electorales en apenas medio año para elegir a los candidatos a alcalde, representantes europeos, al Congreso y Senado, dejó el domingo una abstención del 30,44%, por encima de la anotada en abril (23,62%). El distrito seis, el que agrupa a Teis, Cabral y San Xoan, anotó la menor participación.

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