Si el municipalismo socialista fuese un tren, el PSOE vigués sería la locomotora. Y Abel Caballero, el maquinista. El 10N, mientras Pedro Sánchez se las veía para que la repetición electoral no fracturara demasiado su condición de más votado, en Vigo la formación volvió a demostrar que juega en otra liga. Ni siquiera la caída de casi siete puntos en participación magulló su papel respecto al 28 de abril. Cierto es que de las urnas recibió 5.400 papeletas menos a su favor, pero en porcentaje, rascó dos décimas más que hace siete meses (36,59%). Y si se recuperan los resultados de 2016, el ascenso es de trece puntos y 20.000 votos .Lo que algunos denominan como "efecto Vigo" no tiene espejo en el resto de grandes ciudades de España. En ninguna de las 28 que cuentan con más de 200.000 habitantes la fuerza política más votada recibió tanto respaldo como el socialismo vigués. Solo una decena superó el umbral del 30% de los votos.
En las municipales del pasado mes de mayo Caballero ya había revalidado su título de alcalde de alcaldes tras haber sido el candidato más avalado en una gran urbe. Su superioridad -foco de interés nacional- se acreditó con el apoyo de 101.000 vigueses: más de dos de cada tres papeletas fueron para su lista. Y ha vuelto a ser en las generales -una cita mucho más sensible a las dinámicas de los partidos en Madrid- donde ha lucido músculo otra vez. Durante los mejores años del PSOE el conocido como cinturón rojo de Barcelona (sobre todo el Baix Llobregat y el Vallés) se llevaba la medalla de ser el principal caudal de apoyo urbano de la formación. Pero Vigo le ha tomado ventaja. La formación en la ciudad aventaja en casi tres puntos a la victoria del PSC en Hospitalet (33,1%), la segunda en este particular ránking de compañeros de partido. Completa el podio Gijón, gobernado por la alcaldesa Ana González, donde el PSOE recogió el 33,1% de los sufragios. Aún así, quien más se aproxima a los resultados de la ciudad olívica no es una urbe controlada por la izquierda, sino por el PNV. En Bilbao los jeltzales, que gobiernan bajo la batuta de Juan María Aburto, obtuvieron un 34,54% de los votos.
Un paso por detrás
Ganando igualmente, pero un paso por detrás, tampoco la organización comandada por otro de los alcaldes con más peso dentro del PSOE, Óscar Puente, se acercó a los registros de Vigo. Fue el primero en el recuento de Valladolid con un 31,39% de los votos. Igual que en Sevilla. En la ciudad hispalense la organización liderada por Juan Espadas, el alcalde, se llevo el 31,87%. Dentro de este grupo también podría encuadrarse el PSOE de A Coruña, que ostenta el gobierno local de la mano de Inés Rey. Allí el triunfo se saldó con el 31,8%.
Entre las 28 grandes ciudades de España, la mayoría (22) cumplieron un importante papel para Sánchez consiguiendo la victoria, y ello pese a que, entre todas estas, ocho tienen alcalde de otro color, como Barcelona (En Comú), Valencia (Compromís) o Málaga (PP). En todas aquellas con regidor socialista, el PSOE consiguió ser primero. En todas, salvo una: Cartagena, que ofreció una de las principales sorpresas de la noche con la victoria de Vox.
