Francisco Torres, profesor de Derecho Mercantil y actual vicedecano de Asuntos Económicos, sustituirá a Almudena Bergareche si obtiene este lunes el apoyo suficiente de la junta de facultad. Su programa, compuesto por más de una veintena de medidas, incluye un aula de formación en competencias transversales, un foro de asesores externos y reorganizar horarios para revitalizar la vida en el centro.

-Esta semana se reunió con trabajadores y alumnos, ¿qué conclusiones extrae?

-Además de las reuniones, los profesores y el PAS nos han transmitido sus apreciaciones en persona o por correo electrónico. El encuentro con más participación fue con los alumnos, que hicieron muchas preguntas sobre algunas de las medidas del programa que les interesan mucho como la variación de la normativa de los Trabajos Fin de Grado (TFG) o la reorganización de los horarios. A raíz de lo que nos fueron comentando los estudiantes en este último mes también planteamos la creación de un aula de formación legal que impartirá cursos relacionados con nuestras titulaciones y que se salen del currículo estricto como bases jurídicas, idiomas o elaboración del perfil digital. Y aquí estaremos asesorados por la delegación de alumnos. Y otra idea interesante que gustó bastante y que sacamos del vicerrectorado de Responsabilidad Social es un movimiento de cooperación. Queremos crear una bolsa de alumnos interesados en hacer prácticas extracurriculares en ONG a modo de asesores en materia legal, recursos humanos y relaciones laborales. Será un primer paso al voluntariado y al mundo laboral.

-¿En qué consisten los cambios sobre el TFG y el horario?

-Son cambios sobre los que tenemos que trabajar en conjunto y llegar a un consenso. Respecto a los TFG, los alumnos tienen que defenderlos ante un tribunal compuesto por tres docentes y este procedimiento se está volviendo complejo porque hay que constituir muchos. Proponemos que el tutor puntúe directamente hasta una determinada nota y solo aquellos alumnos que quieran superarla tengan que defenderlo ante un tribunal. La reorganización de los horarios es una cuestión a la que llevamos dándole vueltas mucho tiempo porque querríamos que el alumnado tuviera oportunidad de compatibilizar sus clases con horas libres para otras actividades que hacemos en la facultad como seminarios o congresos. Son muy interesantes y traemos a expertos de primer nivel y podrían contar con más asistencia si hubiese un espacio horario en el que ubicarlas.

-Desde la llegada de Bolonia los alumnos casi se limitan a ir a clase.

-Claro. También proponemos crear espacios de estudio y esparcimiento. Y otra medida es un programa de docencia conjunta o colaborativa. Tendremos un aula de videoconferencia para este fin en la que yo como docente de una materia impartiré clase a mis alumnos y, a la vez, un colega de Madrid o Barcelona con asignaturas muy parecidas también llevará a los suyos para que asistan de forma virtual. Y en otras ocasiones será a la inversa. Puede ser muy provechoso.

-Lo que proponen es revitalizar la vida interna de la facultad a la vez que se abren al exterior.

-Ya lo llevamos haciendo un tiempo. El equipo actual aporta desde hace dos años un presupuesto de 1.500 euros a todas las áreas del centro para que traigan gente de fuera que imparta seminarios o cualquier otro tipo de actividad.

-¿Tienen necesidades en la plantilla docente?

-Son obvias, pero como centro no tenemos excesivas competencias más allá de reclamar como siempre hemos hecho. Hay compañeros con un currículo muy brillante que van a leer o acaban de defender sus tesis y ojalá hubiese la seguridad de que se pudieran ir consolidando en poco tiempo. Mientras tanto, como decanato, podemos involucrarlos en tareas que les computen en el currículo como el aula de formación.

-En cuanto a matrícula no tienen problemas, solo en Relaciones Laborales quedaron algunas vacantes. Y tanto el grado ADE/Derecho como el máster de Menores están entre los estudios con las notas medias más altas.

-En Relaciones Laborales quedaron solo cuatro plazas. Quremos reforzar la promoción de nuestras titulaciones, sobre todo de este grado para que se vea a la gran utilidad y el servicio público que tienen estos expertos. Personalmente, estoy contento con mis alumnos. En el centro hay grupos de investigación de referencia nacional e internacional pero también somos un servicio público de docencia y tenemos que intentar ser buenos.

-¿Tienen buenas perspectivas laborales los egresados?

-Sí. Obviamente hay alumnos que no llegan a trabajar en lo suyo pero su formación les ayuda a hacerlo en otros ámbitos. Planteamos un foro de asesoramiento externo con profesionales del mundo jurídico, empresas, ONG, colegio de graduados sociales y directores de centros de Secundaria, entre otros. La idea es que nos reunamos una vez del año para que nos ayuden a mejorar la gestión del centro y la formación de los alumnos.