El Puerto reacciona ante la elevada previsión exportadora de PSA-Vigo. Teme que la congestión que sufre la terminal Ro-Ro en determinadas fechas del año -en particular, en torno a navidades y el verano- degenere en una situación más grave que el colapso que sufrió en 2018 con el lanzamiento de las nuevas furgonetas. Para evitar este perjudicial escenario, en los próximos días convocará a todos los operadores en busca de un planteamiento para gestionar todo ese ingente volumen de coches que a su juicio, y ante la imposibilidad de ganar a corto plazo más espacio, pasaría por "un esfuerzo por mejorar la coordinación logística". Esta es la razón por la que el presidente, Enrique López Veiga, valoraba ayer el tercer puesto de Vigo en el ranking nacional de vehículos "con orgullo pero también muy preocupado".
Solo pendiente de fecha, a la reunión monotemática sobre los efectos portuarios de la elevada producción de Balaídos asistirán todos los agentes implicados en las operaciones vinculadas a la terminal Ro-Ro. Muchos de los convocados todavía recuerdan la mala experiencia del año pasado cuando PSA llegó a explorar la posibilidad de recurrir a recintos alternativos al portuario, hasta pidió precios a Aena para usar las plantas de su parking en Peinador. El Puerto prefiere no correr de nuevo el mismo riesgo, sobre todo porque el número de vehículos que se esperan en la campa supera con creces a los de 2018. A modo de referencia, en la actualidad, Bouzas recibe a diario de la Balaídos de 1.300 a 1.500 coches, pero en los próximos meses la cadencia subirá en 400 unidades más pudiéndose alcanzar picos de hasta 2.200, el récord alcanzado antes de la última crisis, en 2007.
"Claro que estoy orgulloso por ver al Puerto de Vigo codeándose con los grandes de España, detrás de Barcelona y Valencia, en el tráfico de vehículos. Y eso que no tenemos tren. Pero a la vez, muy preocupado por lo que se avecina", razona Veiga. No es que dude de que la terminal viguesa pueda consolidarse en ese tercer puesto arrebatado a Santander, "podemos incluso reforzar este liderazgo en el norte peninsular e incluso crecer más si hacemos los deberes", incide. Por ejemplo, impulsando la ampliación, esa a la que llama la "solución definitiva" ahora con la redacción del proyecto constructivo en fase avanzada. El problema es que esta obra de envergadura no estará concluirá como muy pronto hasta dentro de cuatro años, por lo considera urgente "preparar medidas de contingencia" para gestionar todo el incremento de actividad.
Los temores del presidente se basan no solo en el aumento derivado de la exportación de los exitosos modelos de PSA ahora con un flamante todocamino Peugeot 2008 disparado en ventas. Contempla también las unidades importadas desde Marruecos por la marca gala y su rival Renault (ambas enviarán a Bouzas 35.000 al año). A López Veiga no le salen las cuentas, "y aunque me dicen que esté tranquilo no me lo creo". Si el año pasado sufrieron en la terminal para movilizar los incrementos por la salida de las K9 sospecha que cuando menos se podría repetir similar situación en próximos meses "o incluso peor".
El panorama que se presenta en Bouzas serviría al dirigente para sacar pecho ante la más que probable perspectiva de que Vigo cerrará el año por encima de las 500.000 vehículos consolidando así su tercer puesto en el citado ranking. En cambio opta por rebajar la euforia, al menos hasta que tenga ese contacto directo con los operadores en esa reunión. Solo pendiente de fecha, Veiga les pedirá "a todos un esfuerzo conjunto para coordinarse mejor, mejorar la eficiencia y evitar errores de fondo que perjudiquen a nuestro principal cliente, PSA".
