Vigo ya es el tercer puerto español en movimiento de vehículos nuevos. La estadística oficial de Puertos del Estado divulgada ayer sitúa a la terminal viguesa solo por detrás de los grandes de la red nacional, Barcelona y Valencia, convirtiéndose así en líder del norte peninsular en esta mercancía. Una histórica posición ganada a costa de Santander, que la disfrutó durante todos estos años, y gracias a los últimos lanzamientos de PSA-Vigo (furgonetas K9 y el nuevo todocamino), lo que da una idea del alcance de los efectos portuarios que pueden esperarse del inminente desembarque masivo de los coches fabricados en Marruecos por la marca gala y de otras como Renault. Ese subidón en la actividad que los operadores contraponen con la ocupación actual del estacionamiento al expresarse con un "esto no es más que el principio".
Y el principio del incremento en el número de vehículos gestionados en Vigo comenzó a notarse el pasado diciembre. Transcurridos cinco meses desde que la planta viguesa iniciase la producción en serie de las K-9, en el último mes del año pasado el apartado estadístico "Turismos, autobuses y camiones en régimen de mercancía" -donde los primeros dominan con holgura al resto- arrojó el primer dato indicativo del acelerón portuario vigués: un 18,3% más respecto a diciembre de 2017. Entonces en Santander, pese a perder 10.000 unidades, todavía se mantenía en el tercer puesto, pero sería por muy poco tiempo.
Las alarmas en el Cantábrico saltaron en el arranque de este año. Valorada con "sobresaliente" en logística por la Asociación de Fabricantes del Automóviles y Camiones (Anfac), con un ferrocarril directo a su muelle -esa infraestructura inexistente en Vigo por la que siempre sale penalizada en las auditorías elaboradas por esta patronal- la santanderina cerró un enero con un 18% menos de actividad. La causa apuntada en el análisis de medios especializados reseñaba una supuesta rebaja en los flujos de exportación de las fábricas castellanas de Renault y la zaragozana de Opel (ahora en manos de PSA) que emplean mayoritariamente esta terminal como salida natural por mar de su producción. Para los operadores cántabros nada habría que temer de este bajón de no ser porque Vigo estaba al acecho, creciendo en número de vehículos un 8%, y con Balaídos preparando nuevos lanzamientos.
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Los siguientes meses demostrarían que la dinámica inaugurada en enero aupándolo al tercer puesto no era puntual. Hasta septiembre, adonde alcanza la última estadística de Puertos, Vigo se ha consolidado en ese liderato norteño. Comparando los mismos meses de este año con el del anterior pasa de los 25.979 unidades a las 37.248, un crecimiento porcentual del 43,3% (11.269 más), de los mayores registrados por España. Santander, en cambio se desplomó en este apartado al perder 17.322. Si estos datos confirman la consolidación de la tendencia, los referentes al acumulado del año lo ratifican: suma 344.124, casi 18.500 unidades más (5,6%) que respecto al mismo mes de 2018.
A la hora de valorar este despegue en el movimiento de volúmenes los operadores de Bouzas consultados se resisten a atribuir "todo el mérito" a los exitosos modelos de Balaídos. Con ser cierto insisten en recalcar la presencia que han ganado en la campa las unidades de otras marcas, además de Renault, de Mercedes y Ford fabricadas en Sudáfrica, aunque la mayoría se descarguen en Vigo solo para transbordarlos a otros puertos. Sí avanzan que la presencia de PSA en la terminal "ya no tiene techo" por la llegada de los Made in Marruecos, "y quien sabe si también nos tocará algo de rebote por la compra de Fiat", sugieren.
