Alicia Sornosa (Madrid, 1973) se define como viajera, risueña e intrépida. Estos adjetivos perfilan a la perfección sus dos pasiones: las dos ruedas y el periodismo. A sus espaldas, suma 285.000 kilómetros al volante y más de 50 países de los cinco continentes en los que ha logrado establecer lazos de amistad con casi 90.000 personas. Es la única europea y mujer de habla hispana en completar la vuelta al mundo en moto. Tal es el amor que guarda por este vehículo que reconoce que disfruta de "más equilibrio" encima de él que sobre sus dos piernas. Su motor en la vida es la curiosidad, por eso no dudó en escoger su profesión; y sus dos ruedas, el trabajo constante y transmitir sus vivencias para compartir con los lectores sus ganas de seguir empapándose de historias.
Conocedora al detalle de cada punto del asfalto, confiesa que las carreteras y paisajes gallegos son "maravillosos" para circular en moto, sobre todo, las Rías Baixas. Revela que su ciudad favorita para ir en moto es Vigo. Advierte, de forma jocosa, que conocer la razón puede provocar una estampida de moteros a la ciudad olívica. Aún así, se atreve a desvelarla: el microclima. "No llueve tanto como en otras partes de Galicia, tenéis muchísima suerte", explica.
Sin salir del territorio gallego, muestra su encanto por la peculiaridad de los viales de la comunidad. "Galicia tiene lugares increíbles para rodar con la moto. Las curvas, que es lo que más nos puede gustar a los motoristas, son maravillosas. Hacer una ruta en moto, mojarte y comer una empanada nos encanta. Todo lo que le rodea es espectacular: el olor a eucalipto, los monumentos, las iglesias, la zona de los Cañones del Sil... Galicia es la gran desconocida de España, tenéis esa suerte", destaca.
Vigo como ejemplo
Vigo como ejemploAlicia Sornosa está convencida de que es "fundamental" llevar a otras urbes de España el modelo motero de Vigo. Cree que es conveniente que se den facilidades: permitir que las motos aparquen en aceras anchas, tengan su espacio al comienzo de cada carril y, sobre todo, que se incida en la educación vial. "Todas las ciudades deberían mirar un poco más hacia las motos, más que hacia las bicicletas: en Madrid, han hecho muchos carriles bici y nadie los usa, hay cuatro bicis", sentencia. "Las escúteres son prácticas, rápidas, contaminan poco, desatascan la ciudad y hacen que no vayamos con el tiempo pegado, por lo que regalan vida. Y, además, son mucho más asequibles", finaliza.
