Todos los asuntos de cláusulas suelo y de otras condiciones incluidas en los préstamos hipotecarios los resuelven en Vigo los dos juzgados especializados en esta materia. Pero hay otro tipo de pleitos al alza que siguen recayendo en las 12 salas de Primera Instancia que llevan las causas ordinarias civiles y que se han disparado en los últimos años. Se trata de las demandas por abusividad en las tarjetas de crédito para pago aplazado, denominadas revolving, o en préstamos de financieras o bancos. Y es que están al alza las reclamaciones que presentan los ciudadanos por falta de transparencia en los contratos y/o por usura en los intereses. Y, al mismo tiempo, siguen llegando litigios formalizados por los denominados "fondos buitre" reclamando actuales o antiguos impagos relacionados con productos financieros.
"Este tipo de asuntos se han multiplicado", describe una magistrada en referencia a los procedimientos instados por las sociedades extranjeras conocidas como "fondos buitre". Aunque el gran problema de la jurisdicción civil está en los tribunales de cláusulas suelo, colapsados por la avalancha de pleitos, en los de Primera Instancia también aprecian un aumento general de causas, derivado en parte del fenómeno de estas sociedades radicadas en el extranjero que se dedican a reclamar impagos tras comprar grandes paquetes de deudas a entidades bancarias o financieras. "Hay muchos casos de estos y aún no hemos superado del todo los efectos de la huelga de funcionarios de 2018; eso provoca que el juzgado esté más congestionado pese a que tenemos un ritmo alto de trabajo y se sacan más asuntos adelante", resumen sobre la situación.
Un bum de casos
Cuando son los fondos buitre los que reclaman deudas es frecuente que haya oposición por parte de los demandados, por las condiciones que tienen esos contratos. De hecho, hay casos en los que al final son los ciudadanos los que ganan la batalla a estas sociedades. Pero también hay un bum de procedimientos en los que quienes formalizan la demanda son consumidores afectados por condiciones abusivas en préstamos ordinarios, microcréditos o tarjetas revolving.
"Las demandas se presentan principalmente por dos motivos: por falta de control de transparencia por no incorporar de forma clara las condiciones o por existencia de usura", afirma el abogado vigués David Alfaya, cuyo despacho se ha especializado en esta clase de pleitos. "El 98% de los casos que llevamos son de esta materia; a día de hoy tenemos más de 1.000 casos abiertos en juzgados de toda España", explica. El letrado destaca además que el criterio de los jueces en estos asuntos ya está "asentado".
