Un total de 29 agentes de la Unidad de Intervención Policial con base en Vigo, desplazados a Cataluña por los disturbios llegaron ayer a la Comisaría. Uno de estos efectivos desplazados relataba ayer a FARO cómo fue esta intervención, la "peor" de su carrera. "Llevo más de una década en el Cuerpo y, para mí, fue la peor salida de mi carrera. Además la gente se notaba curtida en guerrilla urbana y su intención era la de causar el mayor daño posible a la Policía. Buscaban enfrentamiento y venían preparados, con tirachinas o artilugios caseros", recuerda.
Y es que por su trabajo están acostumbrado a lidiar con estas situaciones, reconoce que no era lo esperado. "Nosotros, como policías, no podemos tener miedo, sí respeto ante cualquier intervención. Pero en este caso sentimos sorpresa porque no nos esperábamos este nivel de hostilidad o peligrosidad. Hablando con otras demarcaciones, reconocían que tampoco habían visto nada igual", admite el antidisturbios, que garantiza el regreso a Barcelona para "mantener el orden y la seguridad publica de los que nos necesitan".
