La catedrática de Derecho Procesal Esther Pillado será la primera mujer que ocupe el cargo de valedora de la Universidad de Vigo. El Claustro aprobó ayer de forma unánime su nombramiento -63 votos a favor y uno en blanco- para sustituir a Argimiro Rojo, que se jubiló este verano y que lo ocupaba desde 2011, cuando tomó el relevo del exrector Luis Espada.

Es la segunda mujer que asume esta responsabilidad en Galicia. La catedrática de Matemáticas Ana Dorotea Tarrío tomó posesión como defensora universitaria de A Coruña en abril de este mismo año. Y Santiago solo ha tenido dos valedores hasta el momento.

La candidatura de Esther Pillado fue propuesta de forma consensuada por la oposición y el grupo de gobierno. El rector Manuel Reigosa destacó que ha desarrollado una carrera "absolutamente volcada con la Universidad", lo que facilita su condición de "figura de consenso". Por su parte, el líder de la oposición, Emilio Fernández, insistió en su "amplio conocimiento" de la institución, así como su "enorme capacidad" para desempeñar el cargo. Destacó asimismo el "respeto" que genera y el "valor añadido" de ser la primera mujer valedora.

La nueva defensora universitaria se incorporó a la UVigo en 1995 y es catedrática desde 2010, además de dirigir el departamento de Derecho Público. Ha ejercido diferentes responsabilidades en la gestión y la política universitaria, entre ellas, la secretaría xeral durante el mandato del rector Alberto Gago (2006-2010). Combina su actividad académica con la profesional y coordinó desde su creación hasta este mismo año el servicio de mediación intrajudicial de Vigo y Pontevedra. Es asesora de la ministra de Justicia en la Comisión General de Codificación, presidenta de la institución de mediación MedyArb y socia consejera en el bufete MAIO-Legal.

En declaraciones realizadas al diario digital de la Universidad, Pillado dice asumir el nombramiento como "un reto personal y profesional" y se compromete a utilizar "la mediación y la conciliación como herramientas indispensables". A ella le tocará también transformar el órgano colegiado del Tribunal de Garantías, que hasta ahora asumía estas responsabilidades, por uno unipersonal.

Durante la sesión de ayer también se aprobó el nuevo reglamento electoral de la Universidad, que incluye como novedad el voto electrónico, y el del propio Claustro. Además el rector dio cuenta de las "destacadas" cifras de matrícula, así como del aumento del salario mínimo obligado por ley de los investigadores que hacen el doctorado. Aunque la UVigo mantiene su reclamación ante los tribunales para que sea el Gobierno el que asuma la diferencia, el rector aseguró que será abonada por la institución a la espera de una resolución judicial definitiva.

Reigosa presentó los resultados obtenidos por el cierre de centros durante el mes de agosto, que supuso no solo un beneficio económico sino también una reducción de la huella ecológica. La Universidad se ahorró 15.000 euros en electricidad y redujo sus emisiones de CO2 en 58 toneladas. Los 231 megavatios-hora que no utilizó equivaldrían al consumo de electricidad de 122 viviendas durante todo un año.

A la vista de estos datos, el rector anunció que el próximo año se ampliarán los días de cierre para conseguir un mayor ahorro. Y con este mismo objetivo, la institución prevé acabar este año con instalaciones fotovoltaicas en los tres campus. En 2020 procederá a la mejora de la iluminación con LED, mientras que en Ourense pondrá en marcha un proyecto de geotermia y en Pontevedra, de biomasa.

Reigosa defendió el acuerdo alcanzado con la Xunta y las otras dos universidades gallegas en compensación por la implantación de Robótica en Lugo: "Es bueno para los estudiantes gallegos y para la UVigo, porque las nuevas titulaciones nos permitirán competir. Para nosotros un acuerdo es motivo de alegría".