El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, se reunió ayer por primera vez con los directivos del grupo Ribera Salud, los nuevos propietarios de Povisa. El máximo responsable sanitario gallego incidió en que la adquisición de Povisa no tiene que afectar al concierto con el Sergas y que la Xunta continuará pidiendo su cumplimiento en los términos acordados. Almuiña insistió también en que su principal preocupación respecto al hospital privado vigués es el mantenimiento de los puestos de trabajo y de la calidad asistencial.

En el encuentro también se revisaron los objetivos asistenciales fijados para este año. Se trata de un total de 29 indicadores, que van desde la tasa de cobertura de la vacuna antigripal al personal sanitario, indicadores de tiempos de respuesta asistencial (quirúrgica, de consultas de enfermedad y pruebas diagnósticas), de organización (implantación de programas de e-interconsulta), o indicadores de calidad de pacientes ingresados, entre otros.