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La mitad de los profesores de la UVigo hicieron su tesis en la misma institución

La endogamia es inferior a la media gallega (54%) y estatal (70%)

Vista aérea del campus de la Universidad en Vigo // R. Grobas

La mitad de los profesores de la UVigo imparten clase en los mismos centros donde ellos se formaron y desarrollaron sus tesis. Según los datos facilitados a este periódico por el Ministerio de Educación, el 48,4% del PDI (Personal Docente e Investigador) se doctoró en la misma institución en la que trabaja actualmente. Y este porcentaje ascendería a un 49,1% si solo se contabiliza la plantilla de los centros propios y se prescinde de adscritos como las escuelas de enfermería.

Aún así, la tasa de endogamia de la institución viguesa en el curso 2017/18 es inferior a la media gallega -54%- y a la estatal, que roza el 70% tal y como alerta el último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo sobre la universidad española. En el País Vasco y Canarias la media es del 91% y en Asturias, del 84,4%.

La comparación parece beneficiosa para Galicia, pero lo cierto es que la comunidad sigue lejos de los sistemas meritocráticos de otros países europeos. Se ha mejorado, pero poco respecto al estudio publicado en 2001 por Arcadi Navarro y Ana Rivero en Nature. Su artículo revelaba que los candidatos externos que conseguían plaza en una universidad distinta a la de su doctorado solo suponían un 5% en nuestro país frente al 93% de EE UU, el 83% de Reino Unido y el 50% de Francia.

La vicerrectora de Investigación de la UVigo, Belén Rubio, reconoce que la mayoría de los profesores de la plantilla actual se incorporaron en los 90 a una institución recién nacida y, por tanto, con tesis realizadas en otras universidades. Pero también apunta al programa europeo de excelencia en personal de I+D al que están adheridos y a través del que se dan pasos hacia una contratación "más abierta, transparente y basada en méritos".

Para los investigadores con una trayectoria reconocida como David Posada, que regresó a Galicia tras 5 años en el extranjero y una red de contactos internacional, o quienes siguen en la diáspora, el caso del pontevedrés Ricardo Martínez, uno de los principales problemas está en las convocatorias y tribunales creados ad hoc para favorecer al candidato de la casa.

"Muchas veces cuando los investigadores que estamos fuera hablamos de endogamia se tiende a pensar que lo hacemos desde el resquemor, pero no es mi caso ni el de muchos otros. Estamos contentos, con unas condiciones que no tendríamos en España y, aunque la opción y las ganas de volver a casa siempre están ahí, no es algo que nos obsesione en el corto plazo", aclara Martínez, que acaba de empezar a trabajar en un centro de investigación de São Paulo tras cinco años en la prestigiosa Princeton.

Puntualiza que entre los profesores que trabajan en la misma universidad en la que se doctoraron también hay docentes que han pasado periodos postdoctorales largos en otras instituciones: "Entiendo como endógamo aquel que en ningún momento se ha movido. Y en España el nivel es tan exageradamente alto que el 48% de la UVigo nos parece hasta positivo. Pero no lo es si lo comparamos con los países punteros de nuestro entorno".

Belén Rubio - Vicerrectora de Investigación de la UVigo

Belén Rubio - Vicerrectora de Investigación de la UVigo

"Vamos en buen camino hacia una contratación más abierta"

El gobierno de la UVigo combate la endogamia en el marco del programa europeo HRS4R, que promueve la excelencia en los recursos humanos de I+D. Desde 2017, la institución cuenta con el sello HR que reconoce su compromiso con una contratación justa y transparente. Lo renovó en mayo de este mismo año tras la pertinente evaluación y lo comparte con 21 universidades españolas, entre ellas la UDC y la USC.

"Todas nuestras acciones de política universitaria se dirigen en este sentido. Tener este sello implica tener una serie de objetivos que implican, entre otras medidas, un código ético y de conducta, garantizar la igualdad de género, la implantación de sistemas antiplagio y también normativas para una contratación abierta, transparente y basada en méritos. Las plazas se ofertan en la plataforma europea Euraxess, lo que conlleva una mayor movilidad y que vengan más extranjeros", explica.

"Todas estas acciones suponen un cambio de cultura que se tiene que ir asumiendo en centros y departamentos. Estamos en buen camino y se reducirá la endogamia sin ninguna duda", sostiene Rubio.

Esta transformación también supone ventajas para la gente formada en casa: "La UVigo no tiene capacidad para retener a todos sus doctores, pero si entramos en un sistema abierto seremos más visibles, tendremos una mayor reputación y mayor capacidad de conseguir proyectos. Y esto no solo atraerá a talento de fuera sino que facilitará que el nuestro acabe en otras universidades europeas".

Añade además que los planes de promoción de la UVigo ya evitan la endogamia porque están dirigidos a candidatos "de mucho nivel" que proceden de programas que ya exigen movilidad como las becas postdoc de la Xunta, Juan de la Cierva y Ramón y Cajal.

En todo caso, apunta a las dificultades de contratación que sufren las universidades dada la falta de inversión en I+D y la inexistencia de una figura exclusiva de investigador.

David Posada - Catedrático de Genética de la UVigo

David Posada - Catedrático de Genética de la UVigo

"El sistema se ha pervertido y se impone el corporativismo"

"La ciencia es mundial, resulta difícil concebir que tengas éxito sin haberte movido. No hay excusa", destaca uno de los investigadores con mayor impacto de Galicia. Regresó con una prestigiosa Ramón y Cajal tras una etapa doctoral de cinco años en EE UU y forma parte de los paneles evaluadores del Consejo Europeo de Investigación (ERC), donde "nadie juzga a otra persona con la que comparte currículo y, por tanto, no puede ser imparcial".

"En EE UU y otros países europeos el candidato elegido, que siempre viene de fuera, tiene cinco años para demostrar su valía. Y entonces se le recompensa con un contrato indefinido. Pero en España hay una mezcla de todo. Por un lado, se convoca un concurso público que debe ser abierto pero, por otro, se premia al candidato interno. Y además ya obtiene una plaza de funcionario. El sistema se ha pervertido y acaba imponiéndose el corporativismo. Yo nunca me he visto en esa tesitura, pero lamentablemente se acaba actuando así. Hoy es por tu candidato, mañana por el mío", comenta.

Posada aboga por separar las plazas de estabilización interna de las que buscan atraer a gente de fuera y también por mejorar un sistema de evaluación basado en las horas de clase, "da igual que sean buenas o malas", y que hoy por hoy impediría "que un Nobel pudiese trabajar en una universidad española".

Y, sobre todo, echa en falta una estructura que evite imparcialidades de los tribunales que conceden las plazas: "No hay un mecanismo ni unos reglamentos claros impuestos desde arriba que controlen y eliminen a miembros con conflictos de interés. No puede ser que un candidato sea juzgado por el profesor que dirigió su tesis. Creo que en el CSIC se hacen mejor estos procesos. Nunca evitaremos la endogamia al 100%, pero hay que poner cortapisas. En EE UU o Inglaterra es imposible que alguien sea profesor sin haber estado nunca en otra institución".

Ricardo Martínez - Profesor asistente de investigación en el ICTP-SAIFR de São Paulo (Brasil)

Ricardo Martínez - Profesor asistente de investigación en el ICTP-SAIFR de São Paulo (Brasil)

"Anula la proyección internacional de la investigación y afecta a la docencia"

Aunque su experiencia en España "no es muy amplia", sí ha vivido situaciones que evidencian una endogamia enraizada. Desde no recibir respuesta a los múltiples correos enviados al jefe de departamento y responsables de grupos en relación a una plaza convocada en una universidad gallega, a escuchar por teléfono que su perfil no era exactamente el requerido y que ya tenían a alguien de la casa con los requisitos necesarios, pasando por convocatorias con muy poco tiempo para preparar la documentación. "Son prácticas totalmente opuestas a las que he vivido en otros países. En el último año he hecho entrevistas para plazas de profesor en Reino Unido, Australia, Francia, EE UU y un instituto de la ONU. Y en todos los casos ningún candidato provenía de esa institución y las plazas se anunciaron en todo el mundo y con plazo suficiente", compara.

La endogamia, subraya, afecta "de forma muy negativa" a las tres patas del sistema universitario: "Limita por no decir que anula la proyección internacional de la investigación. Y esta falta de impacto puede hacer que bajen los estándares de calidad. A nivel docente, no hay renovación en los contenidos ni la metodología. Y en los departamentos se genera un clima de servilismo y, en muchas ocasiones, casi de sometimiento a la voluntad del catedrático de turno que no es deseable ni sano".

La solución no es sencilla, admite, pero pasaría por "ampliar el mercado a la hora de contratar" y prohibir que los departamentos puedan elegir los tribunales que seleccionan candidatos "sin ningún control". En este sentido, aplaude los programas autonómicos Icrea e Ikerbasque, que son capaces de "atraer muchísimo talento de todo el mundo con condiciones laborales mejores que las del ministerio y procesos de selección externos y rigurosos". De ahí, que reclame uno igual en Galicia, donde destaca iniciativas ya en marcha como los programas de retención de talento de la UVigo, el Intalent de la UDC financiado por Inditex o el programa Oportunius de la Xunta.

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