Vigo no podía faltar en la primera cumbre europea sobre el coche autónomo. La ciudad, que ya en 2015 marcó un hito al ser cabecera del primer recorrido por España de un vehículo dotado de un sistema de conducción autónoma y que este año acoge las primeras pruebas en entorno urbano de un coche sin conductor, presentó ayer éstas y otras experiencias como el corredor Siscoga -así como su ampliación hasta Oporto- en un evento organizado por el Comité Europeo de las Regiones. La delegación gallega estaba encabezada por el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, al que acompañaron algunos responsables sectoriales y el director del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), Luis Moreno.
En el encuentro se analizaron los retos y oportunidades que traerá la conducción automatizada, una carrera en la que se están volcando todos los fabricantes de coches del mundo -incluido el Grupo PSA- pero que será gradual y en la que tan importante será el desarrollo de un marco legal como las innovaciones tecnológicas que permitan a los coches circular sin supervisión del conductor. En la cumbre se exponen siete proyectos de distintos países, y el único español es el corredor Siscoga, desarrollado por el CTAG en colaboración con la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Xunta, más de 150 kilómetros sensorificados para testar el vehículo autónomo en diferentes contextos, y que posteriormente se ha ampliado hasta Oporto para darle un enfoque transfronterizo.
El área de Vigo está muy volcada en el coche autónomo, tanto desde el punto de vista tecnológico, con los desarrollos realizados por el CTAG en campos como la interrelación hombre-máquina (HMI); como social, al poner el Concello sus calles a disposición de la industria para probar el funcionamiento de este tipo de automóviles en entornos urbanos con una alta densidad de tráfico.
