El presidente ejecutivo del Grupo PSA (Citroën, Peugeot, Opel-Vauxhall y DS), Carlos Tavares, solicitó ayer en Zaragoza a las autoridades españolas "neutralidad tecnológica" y una "transición sostenible y ordenada" en la electrificación de los vehículos para "no poner en riesgo" el empleo y la actividad de sus plantas.

En un ámbito mayor en materia de legislación, Tavares comentó también en una reunión con informadores especializados en la planta de Figueruelas (Zaragoza) que Europa ha abierto un "debate dogmático" sobre la transición energética de la automoción Y destacó que ese mismo debate tiene un "carácter pragmático" en los países asiáticos "con especial" concreción en China.

El presidente de PSA advierte que un debate dogmático sobre esta cuestión "puede poner en riesgo el futuro" del empleo y de la actividad de miles de colaboradores.

Esta advertencia la lanzó durante la presentación ayer del Opel Corsa-e, una versión 100 % eléctrica que se fabricará en la planta de Figueruelas (Zaragoza) y cuyo comienzo de la producción se producirá en enero de 2020.

Sobre la electrificación de los vehículos, Tavares ha aclarado que el producto final es más caro que aquellos con propulsión convencional de gasolina o diésel y ha abogado para su mejor comercialización por ayudas estatales. El presidente de PSA ha señalado que "es posible que se necesiten" fusiones entre distintas compañías automovilísticas para afrontar el futuro de la automoción.