"No hacían ninguna función para la empresa". De esta forma negó el acusado de administrar el hotel-club "Peinador" -también conocido como T4- que tuviera entre sus empleados a un total de 29 trabajadoras sin dar de alta en la Seguridad Social. Se trata de chicas que, según la Fiscalía, quedó demostrado que estaban ejerciendo labores de alterne en el "pub" o "club" del citado complejo hotelero ubicado en Mos en el que, según los agentes que declararon en el juicio, se ofertaban también servicios de prostitución. La vista oral se celebró ayer en la Audiencia de Pontevedra.

En todo caso, la Fiscalía centró su acusación en la labor de alterne que supuestamente realizaban para la empresa y por la que esta le entregaría una comisión. El Ministerio Público sostiene que tenían un horario, un vestuario y supuestamente cobrarían una comisión por cada copa que se servía a los clientes, siendo su labor la de reclamo de clientes e incitarles al consumo de estas copas, por lo que son trabajadores por cuenta ajena a las que no se les dio de alta.

El acusado, B. D. M. S., se sentó en el banquillo acompañado del actual administrador de la empresa y del complejo hotelero. Y es que la Fiscalía, además de una pena de tres años de prisión para el procesado por un delito contra los derechos de los trabajadores, solicita la clausura del local por espacio de cinco años, de ahí que se requiriese la presencia de su actual administrador. En su declaración, el acusado insistió en que el establecimiento "Peinador" se dedica exclusivamente a la hostelería y aseguró que las chicas que fueron identificadas por la Policía Nacional y los inspectores de la Seguridad Social no estaban haciendo "labores de alterne" para su empresa. Aseguran que tampoco percibían ningún tipo de comisión de la empresa ni tampoco tenían ningún tipo de órdenes, calificándolas únicamente como "huéspedes" del hotel. Asegura que estas mujeres tampoco tenían orden de llevar ropa provocativa o ir en lencería, tal y como las encontró la Policía Nacional, sino que "se vestían como ellas querían".

En el juicio, declararon cuatro de las chicas que fueron entrevistadas por los agentes de la Policía Nacional y los inspectores de trabajo y cambiaron radicalmente la versión que habían dado a estos en sus declaraciones, llegando a decir algunas de ellas que los funcionarios las entendieron mal "por culpa del idioma" o que directamente recogieron declaraciones que ellas no hicieron.