Bastaría con un recorrido rápido por el ámbito reservado en la terminal Ro-Ro al estacionamiento de semirremolques movilizados por la autopista del mar para confirmar cómo estas unidades de transporte donde viajan las piezas de la automoción -conocidas por la abreviatura SR- han ganado presencia en la campa de manera abrumadora. Aquel espacio de 300 plazas que hasta hace poco más de un año parecía exagerado bordea estos días el 90%. Y como bien saben en el Puerto, las estrecheces de superficie no son muy convenientes cuando además de SR hay que disponer de mayor amplitud para esa carga mayoritaria, los coches, a punto de dispararse con los nuevos modelos fabricados en Balaídos.
Ante este panorama, en la Autoridad Portuaria se muestran más que comprensivos con las peticiones que han recibido en las últimas semanas de operadores como Suardiaz para usar más espacio. El presidente, en cambio, pide tiempo para analizar estas solicitudes. Recuerda además que antes de finales de año está previsto inaugurar los nuevos accesos que junto a la adecuación del terreno ganado al recinto Ro-Ro por el retranqueo de la verja perimetral ampliará el suelo disponible para vehículos de todas las marcas, SR y hasta mafis.
