La duración de un parto es inestimable, y más si la mujer es primeriza, que puede alargarse hasta las 14 horas. Para hacer tiempo -o esto es lo que debieron pensar- la pareja de la parturienta y su hermano, ambos de poco más de 20 años, aprovecharon su ingreso hospitalario en el Álvaro Cunqueiro para merodear en las habitaciones y estancias, hurtar objetos personales de los pacientes e incluso robar el sagrario y varias piezas eclesiásticas de la capilla del hospital vigués.
Así lo recoge la Fiscalía es su escrito de acusación. El Ministerio Público solicita dos años y medio de prisión para los dos hermanos, a mayores de una pena de multa, por un delito de robo con fuerza, un delito leve continuado de hurto y otro delito leve de hurto.
Los asaltos a las estancias médicas se produjeron a principios de diciembre de 2018. El primero de estos robos -siempre según se recoge en el escrito fiscal- tuvo lugar en uno de los negocios que alberga el hospital, concretamente una floristería, de la que se llevaron un peluche. A las pocas horas después, se internaron en la capital del Cunqueiro, "cuya puerta siempre está abierta" de donde sustrajeron el sagrario para una vez fuera del hospital "apalancarlo" para hacerse con los bienes de su interior: un copón de metal dorado y una teca, así como varias formas consagradas. Estos efectos fueron recuperados por vigilantes del hospital en el entorno rotos.
Nuevamente, media hora después, los acusados "entraron en la habitación" donde estaba ingresado un paciente al cual se sustrajeron 250 euros "que guardaba en la mesilla de noche". Esa misma madrugada volvieron a irrumpir "entrando y saliendo" de varias habitaciones tras ser vistos por los vigilantes de seguridad "a través de los circuitos cerrados de televisión". En esos momentos, a uno de los hermanos se le hallaron 370 euros "de cuya procedencia no dio explicación", señala la Fiscalía.
Antecedentes
Tras ser detenidos por el grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito Traviesas, de esta Comisaría de Policía Nacional de Vigo-Redondela, los agentes descubrieron que pese a su corta edad, uno de los jóvenes ya poseía más de una treintena de antecedentes policiales.
