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BorgWarner prevé suprimir 90 empleos más en Zamáns por la bajada de ventas

La dirección de la fábrica prepara un plan de reestructuración que incluirá un ERE y bajas incentivadas ante una caída de pedidos en 2020 del 12%

Entrada a BorgWarner. // FdV

La caída de ventas de los coches diésel sigue pasando factura a la planta de Zamáns de la división Emissions Systems de la multinacional de componentes norteamericana BorgWarner, que en el último año ya había reducido casi un 20% de su plantilla (ahora son 502 trabajadores). La empresa acaba de comunicar a la plantilla que debido a las malas previsiones para 2020, cuando estima una bajada de ventas del 12%, pondrá en marcha un plan de reestructuración que incluirá distintas medidas y que a la postre supondrá la reducción de otros 80/90 puestos de empleo, según ha podido saber FARO.

El plan, esgrime la dirección que ahora pilota Pablo Alarcón, justifica la reestructuración con el objetivo de "garantizar la viabilidad y el futuro de la empresa en Vigo". El propio Alarcón, en una entrevista con FARO el pasado fin de semana, reconoció que hoy por hoy BorgWarner Vigo sigue siendo una planta 100% de los motores diésel, cuyo mercado se ha visto reducido en los últimos por las cada vez mayores restricciones impuestas por los Gobierno y el consecuente cambio de tendencia en el mercado. La fábrica de Zamáns está especializada en la fabricación de módulos de recirculación de gases de escape (EGR), que filtran los gases NOx.

La compañía, a lo largo de la última década, había registrado un fuerte crecimiento de ventas que le llevó a abrir una segunda planta en el norte de Portugal, al calor de las normativas medioambientales europeas, que limitaban las emisiones de CO2 y NOx. Pero esas mismas normativas, cada vez más restrictivas, acompañadas por la demonización del diésel a consecuencia de escándalos como el Dieselgate protagonizado por el Grupo Volkswagen, han acabado por poner a BorgWarner contra las cuerdas. Ya en el último año, la plantilla de la factoría se contrajo un 20%, y ahora con el plan de reestructuración, podría reducirse en otras 80/90 personas.

Fuentes de la planta explicaron que se tratará de poner en marcha medidas que tengan "el menor impacto social", como bajas incentivadas, expedientes de regulación de empleo o internacionalización de actividades. En paralelo, BorgWarner Vigo sigue trabajando en otras líneas de negocio para los coches híbridos y eléctricos, sobre todo en tecnologías como la electrónica de potencia. En esto se centrará por ejemplo la nueva oficina que el grupo tendrá en el edificio de negocios de Zona Franca en Porto do Molle (Nigrán), donde desarrollarán su labor la veintena de técnicos que BorgWarner tiene ahora en el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) en Porriño.

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