Adiós a la iluminación del "Paleolítico superior". Hola a la nueva tecnología LED que sumará al parque de Castrelos a la estrategia de la eficiencia energética. Abel Caballero anunció ayer que el Ayuntamiento invertirá 622.000 euros en una obra "excepcional", la de sustituir el actual -y vetusto- complejo luminario del parque por unas luces más eficientes y acordes a los nuevos tiempos, con un "inmenso ahorro" añadido en la factura. El alcalde de Vigo explicó que el proyecto incluirá renovar la iluminación del paseo infantil, de los dos circuitos de running -tanto el de corta extensión como el más largo-, así como las pistas deportivas y una parte de la calle Ángel Illarri. En total, Castrelos estrenará su nuevo dispositivo lumínico en una superficie de 50.000 metros cuadrados.
La intervención, estimó Caballero, está más que justificada. En la actualidad la zona está alumbrada por farolas y bombillas de "vapor de sodio" y "vapor de mercurio" que nada tienen que ver con la tan perseguida eficiencia energética por parte de la ciudad. "Son del Paleolítico superior", ironizó el responsable del ejecutivo municipal, en unas declaraciones en las que también aprovechó para enviar un dardo a Corina Porro, anterior alcaldesa y hoy delegada de la Xunta, y su tendencia, dijo, "a poner focos mirando para el aire".
Por el momento, el Ayuntamiento ya cuenta con sus propios permisos para ejecutar la renovación de las luces, pero falta el visto bueno de la Xunta, a través de Patrimonio, informó Caballero. El alcalde lamentó la falta de diligencia del departamento autonómico, una reivindicación que no solo extendió al proyecto de Castrelos, también la trasladó a la reforma de la estructura del Paseo de Alfonso.
Rifirrafe por Patrimonio
En la "zona más emblemática de la ciudad", una gran balconada que ahora se asoma aún más a la ría tras las demoliciones en el barrio del Cura, el Ayuntamiento detectó "una pequeña duda en la estructura" que obligará a llevar a cabo un refuerzo. El problema, no obstante, es el mismo que en el caso de Castrelos, tal y como señaló el alcalde: el muro de la tramitación de Patrimonio. "No podemos tener ciudades paradas porque el señor Feijóo no refuerza Patrimonio Histórico, quiero que sean rigurosos como están siendo, y eso lo alabo, pero tienen que ser rápidos", descargó el alcalde.
Seis meses han transcurrido desde que la administración municipal solicitara a la Xunta el permiso para actuar sobre la parte del paseo que está ligeramente elevada y apoyada sobre pilotes. A partir de esta fecha, las versiones de Praza do Rei y el Gobierno gallego colisionaron en un principio. Caballero, tras exigir "un poco de celeridad" para evitar el "daño" a la ciudad, declaró que todavía no habían recibido el "okey" de Patrimonio, extremo que la Xunta a lo largo de la jornada rechazó.
La delegación autonómica en la ciudad remitió a los medios un documento de la directora xeral, María José Echevarría -con fecha del 8 de julio- en la que se concedía autorización al "refuerzo estructural" tanto de la calle como del paseo. De ahí que Corina Porro, la delegada, atizara contra el regidor por sembrar el "enfrentamiento ficticio y permanente" de ambas administraciones, esta vez por el Paseo de Alfonso. Para la responsable autonómica Caballero incurrió en el "victimismo" y el "dramatismo" de denunciar la falta de diligencia de la Xunta, cuando "no es así", reconvino. "No vamos a permitir que se sigan diciendo falsedades".
Para finiquitar la polémica, Praza do Rei dio acuse de recibo. "Nos alegramos de que la delegada de la Xunta en la ciudad comunique que tenemos permiso para reforma el paseo". En base a las palabras de Porro el Ayuntamiento anunció que "mañana mismo" (por hoy) se activarían los trámites para la aprobación del proyecto previo a la ejecución de las obras".
