Se le conoce por "Handy-Gym" y también como el gimnasio más pequeño del mundo. Con 800 gramos de peso y unos 15 centímetros de altura, el aparato, fabricado por la empresa viguesa Micaton Ergonomics, sigue recibiendo impulsos para su proyección en el exterior. Esta semana trascendía que uno de los programas de aceleración de empresas de Zona Franca, Vía Exterior, la ha incluido entre otras veinte seleccionadas para potenciar sus expectativas de crecimiento en terceros países.

Los inicios de "Handy-Gym" se remontan a hace cuatro años, cuando el consejero delegado de Micaton, Manuel Montes, concibió la idea de crear un aparato para ayudar a las personas que, como él desde hace once años, padecen parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas. "La idea empezó por crear una estructura de un cinturón de seguridad", ejemplifica Montes, que contó con la colaboración para su proyecto con el profesor de la Universidad de Vigo, Enrique Paz.

La máquina, de tamaño reducido, ideada para ser fácilmente transportable, ya ha sido presentada a través de plataformas de crowfunding en Estados Unidos, a través de las cuales ha despertado el interés, según el propio Montes, de varios equipos deportivos y expertos en educación física y salud, además de 550 potenciales clientes. "Nos hemos encontrado absolutamente con todos los perfiles que se puedan llegar a imaginar", incide.

Montes asegura que la fabricación por unidades estará disponible a partir de comienzos del año 2020, por un precio que rondará entre los 500 y los 1.200 euros. Sus creadores defienden que "Handy-Gym" cuenta con hasta 200 posibilidades para realizar ejercicios.