La Estación Marítima afronta esta mañana un movimiento de cruceristas extraordinario con la escala del Zenith que cobra una relevancia especial. Con 1.600 pasajeros entre los que llegan de la mini travesía de una noche desde Lisboa y los que parten de aquí para navegar hacia aguas mediterráneas con final en Barcelona, la actividad del buque de Pullmantur todavía está lejos del récord de los 2.120 embarcados por el MSC Splendida en julio de 2009. Pero hace una década la terminal olívica lideraba, y con holgura, el ranking en trasatlánticos del norte peninsular español, donde atracaban los mayores del mundo, los más nuevos e innovadores. Y ahora, en cambio, vamos por detrás de Coruña.

La Autoridad Portuaria de Vigo agradece que el operador español mantenga una apuesta decidida por esta ciudad eligiéndola para la salida y llegada de rutas, el formato que persiguen todos los puertos por los importantes beneficios que dejan en tierra en comercios, restaurantes, hoteles y aeropuertos. Y aunque todavía sigue sin obtener resultados esperanzadores de sus esfuerzos por remontar este tráfico, en la institución creen que otras navieras imitarán a Pullmantur porque a diferencia de hace 10 años ahora hay una segunda terminal de cruceros explotada por Atlantic Vigo Cruise que jugará "un papel determinante". "Sus socios, Incargo Galicia y Balearic Handling están echando toda la carne en el asador", incide el presidente, Enrique López Veiga, seguro de que la competencia de esta firma con la otra que opera en el emblemático edificio, Vigo Cruise, se traducirá en la estadística.

La nueva operadora todavía no lleva un año funcionando y ya atendió cinco cruceros y al coloso militar Juan Carlos I. Sin desvelar el número de escalas cerradas para 2020 -"más de 10", revelan enigmáticos- sus responsables se dedicaron todos estos meses a darse a conocer por las sedes europeas de navieras punteras y por ferias del sector, incluida la de esta semana en Hamburgo.

Pero igual que por unas coquetas instalaciones sin esas escaleras que tanto incordian al crucerista, Atlantic Vigo Cruise quiere diferenciarse por otro estilo de organizar las escalas. En especial en estas como la de hoy del Zenith que tanto influyen en la imagen que se llevan los pasajeros de la ciudad. Se notó en el primer embarque que gestionó de este buque, el que sirvió en abril de entreno oficial de su terminal, y ahora se propone repetirlo agradando al visitante con novedades en mobiliario y servicios de su concesión junto a otro importante despliegue de medios en el exterior. Un ejemplo es esa carpa de 1.200 m2 cuyo montaje ayer muchos confundieron con el escenario de una fiesta promovida cuando servirá de base para las 60 azafatas de Intercruises que harán el checking de las 1.200 maletas.

"Todo tiene que salir a la perfección", proclaman. Una fórmula que ya surte efectos. Para el año, Pullmantur cubrirá sus tres escalas de origen o llegada a Vigo con el mayor buque de su flota, el Monarch, con capacidad para 2.752 pasajeros, el doble del Zenith.