Un grupo de personas presenciaron un atardecer de lo más peculiar en la playa de O Vao. A unos metros, frente a sus narices, se encontraron con un flamenco paseando por la orilla. Un ejemplar juvenil de flamenco común (phonicopterus roseus) que picoteaba entre las algas que la marea había depositado ese viernes en la orilla. El ave, que normalmente convive en grandes bandadas de miles de ejemplares, se encontraba solo y perdido.

Los avistamientos de estos pájaros son muy infrecuentes en Galicia. En España pueden verse en el sur y en el este, en entornos como el Parque Nacional de Doñana. Sin embargo, no suelen ser vistos con frecuencia en la comunidad gallega. Los registros de los últimos años contabilizan solo 14 avistamientos y el último en Vigo data de agosto de 2017.

El biólogo vigués Fran García sostiene la hipótesis de que este ejemplar juvenil de flamenco aterrizó en Vigo desorientado. "Estas aves crían en las Landas de Francia (al suroeste del país) y emigran hacia África. Por culpa del temporal que asola esta semana el Levante español, estos pájaros habrán tenido que desviarse para cubrir su ruta migratoria y este pequeño flamenco se perdió", explica el investigador.

El ejemplar visto en O Vao, que probablemente completaba el primer viaje de norte a sur de su vida, todavía presentaba el plumaje grisáceo de las crías de flamenco. Con el tiempo desarrollará esas plumas de color rosa tan llamativas y características de esta especie. Fran García piensa que el instinto impulsará a este ave a reemprender el vuelo y poner rumbo hacia el sur. En su camino podría encontrarse con la colonia de flamencos que hay en la costa de Portugal en Aveiro, a 200 kilómetros de la frontera con Galicia.