Después del infructuoso intento para que el Ministerio de Sanidad autorizase la descarga de productos perecederos de importación en la terminal de vehículos de Bouzas ofreciéndole la custodia policial de los contenedores en su viaje en camión hasta el PIF de Guixar, la Autoridad Portuaria se puso a trabajar en serio en su plan B: la construcción de un puesto de inferior tamaño pero con similar función en los muelles Ro-Ro.

Esta era la alternativa que menos gustaba en Praza da Estrela por la inversión que requiere pero también la única forma de que Suardiaz pudiese mantener vivas las negociaciones abiertas hace dos años con el objetivo de cargar en sus buques productos perecederos cargados en Tánger. La posibilidad de captar estos tráficos sigue abierta pese al largo tiempo transcurrido y cuando todavía falta mucho para que Bouzas cuente con un PIF.

Siempre desesperado por los lento ritmo de la administración central, el presidente asegura que su plan avanza "lo más rápido posible". Su Área de Planificación e Infraestructuras ya tiene el diseño de un edificio con cuatro muelles de carga. "Un diseño previo", matiza el jefe de este departamento. Escolar razona que para elaborar un anteproyecto que sirva de base al futuro concurso de la obra antes deben conocerse las necesidades del operador. Y en estos términos se han dirigido a la naviera Suardiaz solicitándole la remisión de un informe con las previsiones sobre el tipo de mercancía que movería por este PIF y número de toneladas.