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Una familia de Vigo, detrás del fallo del Supremo que impide desahucios con menos de 12 impagos

El matrimonio interpuso una demanda en 2013 tras la ejecución hipotecaria de su casa

Marta G. Brea

La sentencia del Supremo que paraliza los desahucios en hipotecas con menos de 12 mensualidades impagadas tiene su origen en la demanda presentada hace siete años por un matrimonio de Vigo ante el Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica. La joven pareja con dos hijos pequeños y ante el riesgo de perder su casa al verse inmerso en un procedimiento de ejecución hipotecaria decidieron mover ficha y planta cara a su banco, NCG (hoy Abanca), bajo el convencimiento de que varias cláusulas de su contrato, rubricado el 30 de mayo de 2008, eran claramente abusivas.

En concreto, la hipoteca que firmó el matrimonio incluía una cláusula para la resolución anticipada de un préstamo de 100.000 euros si la familia se saltaba ya un mes el pago de las 360 cuotas fijadas por las partes. Esto ocurrió en 2012 y ante el riesgo de perder su casa al poder ejecutar ya la entidad financia la ejecución del crédito -paso previo al desahucio- y reclamarle la totalidad del préstamo a la familia, estos decidieron litigar. Y no solo todas las instancias le han dado la razón, reconociendo la abusividad de esta cláusula de vencimiento, sino que ahora el Supremo, previa consulta al TJUE, sigue cosiendo los desgarros de la crisis y matiza que los tribunales no admitirán desahucios hipotecarios con menos de doce meses de impagos.

Se trata de uno de los fallos más esperados tanto por los bancos como por los miles de afectados por este procedimiento que se agudizó una década atrás pero que a día de hoy deja sin vivienda a medio millar de vigueses al año. Miles de causas se encontraban paralizadas a la espera de fijar doctrina, principio que junto a otra sentencias emitidas también por el tribunal de la UE darán un respiro a los miles de afectados. Así lo aprecia también el abogado José Manuel Lorenzo, representante legal de la familia viguesa detrás del pionero fallo. "La sentencia dictada en primera instancia por la Audiencia de Pontevedra fue pionera [al anular por abusivo el cobro a los clientes de los gastos hipotecarios] pero luego gran parte de estas cláusulas ya fueron declaradas nulas y la propia jurisprudencia las fue reconociendo, de hecho ya todo el mundo reclama por los gastos de notaría y registro, ya están reconocidos", aprecia el letrado.

Con esta última sentencia de fecha 11 de septiembre, se pone fin al periplo judicial de este matrimonio de Vigo iniciado en 2013. "Es la sentencia definitiva. Lo que hace además es confirmar el fallo de la Audiencia en apelación; ya no hay posibilidad de más recursos, se termina todo el proceso. Ahora habrá que ejecutar el fallo y reeliquidar las cuotas que se puedan cobrar. Todavía no sé qué va a hacer Abanca", sostiene Lorenzo sobre la situación de sus representados, quien continúan residiendo en dicha propiedad. "Se intentó con el banco hacer un plan de pagos pero no fue posible. Ahora el banco tendrá que volver a liquidar y hacer frente a las costas, que en todas las instancias ascenderán a los 10.000 euros, pero aún no está calculado", precisó el abogado.

José Manuel Lorenzo valora dicha sentencia y recalca que en ésta "se declara nula que el banco pueda resolver el contrato por cualquier incumplimiento de dichas cláusulas, y suma a mayores los 12 meses para desahucios. En verdad esto [en relación a las cláusulas de vencimiento anticipado] ya lo fueron reconociendo los propios bancos. De hecho la mayoría de ellas ya no están incluidas en los préstamos", subraya el letrado vigués.

Retroactividad

Si bien, el pionero fallo de la Audiencia de Pontevedra en 2014 anulando por abusivo el cobro a los clientes de los gastos hipotecarios así como la de vencimiento anticipado derivó en una avalancha de demandas, actualmente "la mayoría de ellas", resalta Lorenzo, ya piden la restitución de las cantidades aplicadas por la cláusula suelo. "En este caso concreto, por ejemplo, no se pidió desde el principio, sino solo que el banco dejase de aplicarla más, que la dejase sin efecto, pero no daba derecho a pedir lo pasado. Ahora sí que ya hay sentencias que lo permiten", destaca el abogado vigués.

La familia detrás de este fallo del Supremo reconocía a FARO en 2014 que había sido "una de las peores experiencias de mi vida; lo pasamos muy mal y estuvimos muchas noches sin dormir. El fallo de la Audiencia pone freno a una injusticia, porque va a evitar que las nuevas hipotecas tengan este tipo de cláusulas", admitía entonces este vecino de Vigo.

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